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Esta mañana habló con ABC el diputado Walter Harms con respecto a la posibilidad de llevar a cabo un juicio político contra la fiscala general del Estado, Sandra Quiñónez, puesto que esta habría acercado una constancia médica para que Karim Salum pueda guardar la cuarentena preventiva en su casa tras llegar del exterior, pero, tras este hecho, presuntamente violó la disposición de quedarse en su vivienda.
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Al ser consultado sobre sobre el tema, respondió que se está negando a la posibilidad de juicio político porque son otras las prioridades. “Acá se armó una historia, una novela y, bueno, están los que están de un lado de una novela y otros, del otro. Para nosotros, no amerita un juicio político y queremos evitar cualquier tipo de especulación en ese sentido”, indicó.
No obstante, no quiso entrar en detalles sobre los hechos que se sindican como sospechosos y que, como mínimo, habrían violado el procedimiento establecido. “Yo no quiero detenerme a analizar los hechos porque, te voy a ser sincero: hay demasiadas especulaciones, de acuerdo a qué lado de la calle mires”, agregó.
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También dijo que no leyó mucho sobre el tema porque le parece que “no es correcto centrar toda la atención” en algo como esto, pero contradictoriamente, aunque reconoció no haber evaluado lo sucedido, defendió nuevamente la postura de que no amerita un juicio político.
En ese contexto, respondió que sí está bien la intervención de la Fiscalía en el control de la cuarentena, así como que se castigue a los violadores de la medida (ya hay más de 2.000 imputados), pero no quiso responder si le parece correcto que el Ministerio Público se instrumente para favorecer a un particular.
“Y probablemente sea mal desempeño, pero yo juzgo también el mal desempeño en distintos grados, y mientras yo no tenga clara la película en esta situación, yo no encuentro elementos de valor suficiente para un juicio político. Esa es mi posición”, concluyó.
Hechos llamativos del caso
Los 156 compatriotas llegaron el miércoles de Estados Unidos en un vuelo humanitario, la mayoría de ellos fue a lugares comunitarios, como la academia militar, para guardar la cuarentena preventiva del COVID-19 como se está procediendo con todos los recién llegados del exterior.
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Se hizo una excepción para ciertas personas que por cuestiones de salud y edad sería mejor que sean aisladas en sus hogares. Lo curioso del caso Karim Salum es que el mismo fue beneficiado con la posibilidad de ir a su casa, gracias a que la fiscala general del Estado, Sandra Quiñónez, acercó una constancia médica al equipo coordinador para otorgarle a Salum este beneficio, como lo confirmó el mismo ministro asesor de Asuntos Internacionales, Federico González.
El caso se supo porque la Policía había emitido un informe de que Salum había violado la disposición de quedarse en su hogar tras venir del extranjero, por lo que fue llevado a un lugar de resguardo, siempre según la versión de González.
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Más tarde se supo que Quiñónez designó a la fiscala Teresa Sosa para que la misma tome intervención, es decir, no le bastó con acercar la nota. La agente del Ministerio Público llegó al lugar y apartó llamativamente a Salum, según la versión de integrantes de la comitiva que llegó.
Asimismo, funcionarios del aeropuerto aseguraron que la fiscala rompió con los protocolos sanitarios dispuestos por el Ministerio de Salud, con el objetivo de llevar a Salum a su casa.
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Contradictoriamente, fue Sosa la designada “para investigar” la supuesta violación de cuarentena de Salum y la misma agente del Ministerio Público dijo más tarde que este hombre “no violó la cuarentena”.
Karim Salum es hermano de Osvaldo Salum, socio y gerente del expresidente de la República Horacio Cartes. El exmandatario fue quien designó a Sandra Quiñónez en el cargo actual en el que se encuentra.
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