Cargando...
Ruiz conversó con ABC este viernes e indicó que realizó una verificación de cámaras de circuito cerrado a la hora en la que supuestamente ocurrió el hecho. La persona implicada es un chipero de nombre Rafael Cardozo, de 61 años, que inicialmente denunció que policías lo agredieron y le robaron G. 284.000 el martes pasado en Lambaré.
La versión inicial del caso se dio a conocer a través del perfil de Facebook de Milva Cardozo, habitual clienta de Rafael Cardozo, hasta cuya casa llegó él para pedir G. 10.000 para su pasaje. El chipero relató el miércoles que, tras bajar de un colectivo, a las 15:00 del martes, fue interceptado por una patrullera policial sobre la avenida Fernando de la Mora y 12 de Octubre, del barrio lambareño Itá Ybaté.
Del rodado bajaron dos agentes que le avisaron que no debía estar en la calle por su edad y que, además, violaba la cuarentena, por lo que le exigieron G. 500.000 para no llevarlo a la fiscalía. El vendedor ambulante les dijo que no tenía esa plata, a lo que los policías, según su relato, reaccionaron y arrojaron 90 chipas al suelo, para luego subirlo a la patrullera, en la cual durante un breve recorrido le quitaron G. 284.000 que tenía en su bolsillo, producto de una venta anterior.
Lea más: Chipero confiesa que elaboró falsa denuncia por extrema necesidad
Ayer, el chipero supuestamente declaró tanto a la Policía como a la Fiscalía que mintió por necesidad.
El fiscal Ruiz Díaz expresó que habló con Milva Cardozo, quien le contó que el chipero le dijo eso entre las 14:00 y las 14:30 del martes, es decir, antes de la hora en que supuestamente sucedió el hecho, según la declaración del chipero. Además, el proveedor que vende con frecuencia el alimento a don Rafael dijo que él no retiró productos en la semana, según el agente del Ministerio Público.
“Cobra más fuerza la hipótesis de la segunda versión (de que el chipero mintió”, dijo el fiscal, quien de igual forma se comprometió a seguir investigando el caso. “Independientemente a las declaraciones dadas por él, seguimos investigando. Tenemos previsto tomar dos declaraciones testificales: una de la persona que publicó esto y también el fabricante de los productos alimenticios de donde él retira la chipa, con quienes yo ya hablé, pero vamos a plasmar esto”, expresó.
Según el fiscal, el chipero confesó que inventó la historia para pedir dinero a sus clientes del barrio, a modo de generar compasión. Sobre la versión de un supuesto “apriete” de la Policía para que el chipero cambie su versión, dijo que “tenemos que tratar de corroborar ambas versiones, independientemente de esas suspicacias”. La Defensoría del Pueblo ofreció asistencia al chipero y mediante la abogada María Paz Alcaraz le entregaron varios víveres.