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Según los datos, en la construcción del asfaltado de la ruta PY 18 entre esta localidad caazapeña y la zona denominada cruce Kimex (Ruta PY06), departamento de Itapúa, operan tres empresas constructoras: Constructora CDD, representada por Nicolás Delgado; Ramón C. Álvarez de Uruguay, por Eduardo Bello (consorcio Tavaí), y la subcontratada LT, por Omar Bustos.
La preocupación se centra en la compañía San Rafael, distrito de San Juan Nepomuceno, donde los obreros de otros lados, quienes regresarán mañana, se mezclan con los pobladores debido a que muchos de los trabajadores son locales. “Durante un mes de cuarentena los empleados no salieron de la zona, permanecían en el campamento, pero tuvieron licencia por la Semana Santa y cuando regresen no sabremos en qué condiciones lo van hacer”, indicaron los lugareños.
Igualmente, el intendente de Tavaí, Miguel Bogado (ANR), exteriorizó el mismo temor que los pobladores de San Rafael, ya que “los lugareños a diario trabajan con los de afuera, por lo que es muy posible el contagio. Además, los empleados de las empresas no respetan e ingresan a los negocios; no son consciente sy no se autoaíslan”, indicó Bogado.
Bogado también indicó que la gente local le está presionando para buscar una medida de fuerza para evitar el ingreso de los funcionarios de las empresas constructoras en la zona urbana del distrito.
En el último decreto presidencial se dio luz verde a las obras viales, pero en todos los campamentos se deben aplicar las mediadas sanitarias y el trabajo en grupo para evitar un hacinamiento o un eventual contagio.
Tratamos de conversar con los representantes de las empresas constructoras, pero todos tenían sus teléfonos celulares apagados.