El río sigue bajando y se suma a las dificultades de los importadores ya afectados por la cuarentena

Desde hace dos meses, la bajante del río Paraguay es lenta pero constante. Esta situación complica el tráfico de buques y barcazas que transportan importantes cargamentos. Los gremios de importadores ya están siendo duramente golpeados por la cuarentena del COVID-19.

Un gran banco de arena divide el río Paraguay en la zona de San Antonio,  donde las embarcaciones llegan con carga dividida a raíz de la bajante, que ha llegado ya a niveles críticos.
En la zona de San Antonio las embarcaciones llegan con carga dividida a raíz de la bajante.Archivo, ABC Color

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Los importadores y exportadores se encuentran sumamente preocupados no solamente por toda la situación ocasionada por el COVID-19, la falta de previsión y las dificultades para adquirir o enviar cargamentos, sino que a todo eso se suma el decrecimiento de la principal vía fluvial del país. Desde el inicio de este 2020, el río Paraguay ha presentado una bajante de más de dos metros.

En Fuerte Olimpo, donde la altura considerada normal para esta época del año suele orillar los 6 metros, actualmente está en solo 3,30 metros, muy por debajo del nivel habitual.

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En Concepción, el cauce está en solo 1,92 metros. Según la Prefectura Naval, en sitios como Pedernal -en la zona del puente Nanawa-, el lugar conocido como Vuelta Mala, ubicado en el riacho Negro, además de los ubicados aguas arriba de Concepción, como Paso Jaguareté y Paso Nancy, son los más difíciles.

En dichos puntos, las grandes embarcaciones, que transportan generalmente hierro, bobinas o clínker, están fraccionando cargas para poder pasar.

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En Asunción se encuentra en solo 88 centímetros. Las embarcaciones ya llegan a los puertos de Villeta, San Antonio y Paso Medín con carga reducida, lo que genera costo adicional a las navieras.

Por otra parte, ayer, el Centro de Importadores informó que se unió con otros gremios para plantear un proyecto al Equipo Económico que está trabajando desde el inicio de la cuarentena por el COVID-19. El vocero Nery Giménez expresó la preocupación de todo el gremio, puesto que les urge contar con una estrategia.

La mayor dificultad para los importadores radica en la imposibilidad de realizar las planificaciones propias del sector, puesto que se desconoce la proyección del consumo. Además, las grandes compras que se realizan de China ya están llegando con pedidos muy atrasados debido a que recién ahora se están reactivando.

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