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En el último decreto presidencial emitido con el objetivo de contener la propagación del COVID-19 se redujeron los rubros que pueden trabajar hasta el 12 de abril. En la parte alimenticia solo indica que están habilitados: “Supermercados, despensas, farmacias y la cadena logística para la provisión de los alimentos. Así como los servicios de veterinarias para casos de urgencias”.
De igual manera, muchos trabajadores del Mercado 4, todos del sector alimenticio, se encuentran trabajando como cada día desde muy tempranas horas. Los pasillos tienen una considerable concurrencia de personas y algunos de los vendedores utilizan tapabocas y guantes como única medida sanitaria para evitar la propagación del COVID-19.
El distanciamiento físico es uno de los requisitos sanitarios que no se toman en cuenta en los mercados. Los trabajadores, pese al miedo de contraer la enfermedad y a una posible multa, se arriesgan y acuden a intentar vender sus productos alimenticios para así poder pagar sus deudas y llevar el pan de cada día a sus casas.
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Afirman que las ventas han bajado de manera considerable desde el inicio de la cuarentena y, días atrás, muchos trabajadores con los ojos llorosos admitían que ya no sabían cómo iban a alimentar a sus hijos. Esta problemática se traslada a todos los rubros, considerando que desde hace más de 20 días las ventas han venido cayendo y empezaron a cerrar los locales, por orden del Ejecutivo.
La asistencia alimentaria del Gobierno ya se empezó a distribuir la semana pasada, pero en todo el país hay aún muchas familias que no han podido acceder al auxilio de G. 500.000 y se ven obligadas a seguir trabajando.
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En el marco del programa Ñangareko ya se han transferido los G. 500.000 a un total de 41.662 beneficiarios, pero hay un millón de anotados que siguen en etapa de verificación y solo 330.000 van a recibir el subsidio, por lo cual los trabajos de depuración son intensos.
Por otra parte, cabe mencionar que se prevé otro programa de asistencia con fondos sociales para 1.500.000 personas, quienes recibirán el 25% del salario mínimo, un poco más de G. 500.000. Sin embargo, el Ministerio de Hacienda ni siquiera ha establecido los mecanismos para acceder a ese beneficio ni requisitos.
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Por otra parte, sobre Artigas siguen los controles a cada automóvil y a los ocupantes de todos los ómnibus. Agentes de la Policía Nacional, del Ministerio Público y de las Fuerzas Armadas verifican los permisos para transitar y la identidad de todos los que se encuentran movilizándose este Lunes Santo.
Desde muy tempranas horas, el tránsito vehicular fue bastante intenso en esta siempre muy concurrida avenida de la capital del país. Son muchas las personas que siguen movilizándose para acudir a sus puestos de trabajo, pese a que las restricciones del Gobierno son también muy específicas.
Recordemos que es obligatorio transitar con una constancia laboral y los documentos de identidad. Además, los transportes de pasajeros de larga distancia se encuentran cancelados durante toda la Semana Santa, para evitar que la gente viaje al interior del país.
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