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“No es fácil custodiar una frontera tan extensa. Tenemos que entender que la línea tiene una extensión de 438 kilómetros de frontera seca y cerrarla requiere mucho empleo de recursos humanos, de manera que se está tratando de canalizar a los puntos de control para que las medidas sean más eficientes”, expresó.
Reconoció que es muy difícil lograr el cien por ciento, pero se está haciendo el esfuerzo necesario para llegar al máximo de control posible. Refirió además que no servirá de mucho cerrar la frontera si internamente no tenemos la conciencia colectiva de cumplir con las disposiciones sanitarias establecidas.
“Estamos en una guerra contra un enemigo invisible y cada paraguayo tiene que librar su propia batalla, tiene que protegerse y con esa protección individual se está protegiendo también a la población. El mejor campo de batalla es la casa, respetando las medidas de prevención e higiene. Toda la población está en peligro y requiere el respaldo de todos”, dijo.
Adelantó que desde el lunes los controles serán menos estrictos en un concepto de cierre parcial, lo que implica permitir el ingreso de compatriotas provenientes del extranjero y diplomáticos. Estos, a su vez, serán controlados para el cumplimiento estricto de la cuarentena.