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Trabajadores del sector alimenticio y de rubros imprescindibles para la población, como la salud y el transporte, deben salir a cumplir sus funciones pese a la pandemia. El Dr. Tomás Balmelli señaló que si esas personas no toman las debidas precauciones podrán no solamente adquirir el COVID-19, sino diseminar el virus de manera masiva.
Primeramente, resaltó la importancia del distanciamiento físico, no solo social. ¿Qué implica esto? Que las personas deben mantenerse a dos metros de distancia. El virus solo puede llegar hasta un metro y medio, por lo cual mantener esa distancia prudencial es imprescindible.
En ese sentido, también destacó la importancia del aseo y la desinfección constantes. Todos los objetos tienen que ser limpiados, sobre todo si se comparten con otras personas, ya que el virus puede permanecer vivo hasta varios días, dependiendo del tipo de superficie.
Por ejemplo, si una persona no estuvo cerca del infectado con el nuevo coronavirus, igual puede adquirir la infección al tocar la misma puerta o ingresar al mismo baño. Por ello, se recomienda el lavado constante de manos, evitar tocar el rostro y utilizar la mano que no es hábil para abrir las puertas.
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Asimismo, se debe colocar junto a la puerta de la casa una bolsa de tela o un objeto que pueda ser lavado, para sacarse la ropa inmediatamente y dejarla allí al llegar luego de una jornada laboral. Todo tiene que ser lavado y desinfectado. Incluso, recomendó la utilización del mismo zapato a diario y que este sea dejado en la puerta, para no meter el virus al hogar. Luego, la persona debe ingresar directamente a la ducha, sin acercarse a nadie más antes.
Cabe resaltar que los especialistas señalan que ni los tapabocas ni los guantes son totalmente efectivos, a menos que la persona que los utilice ya cuente con el virus, pues generan una falsa sensación de seguridad. Por ejemplo, de nada sirve usar guantes si de igual manera la persona se toca la cara, pues en los guantes también se albergan los virus.
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Diplomacia y trabajo a ciegas
Por otra parte, el infectólogo destacó que no debemos llegar a una “batalla” contra el COVID-19, sino que tenemos que recurrir a la diplomacia: “Hablar con el coronavirus y decirle diplomáticamente: ‘No entres, vamos a portarnos bien y a hacer todas las tareas’”.
“Si entramos a la batalla, perdemos. No tenemos un sistema sanitario fuerte”, advirtió en contacto con ABC Cardinal esta mañana.
Más test
Asimismo, resaltó que con la cantidad de test de diagnóstico que se realizan a diario es imposible hacer una proyección de cuándo vendrá realmente la etapa crítica de la pandemia en Paraguay. Por ese motivo, resaltó que el Gobierno debe empezar a hacer pruebas abiertas, no solo a un grupo sesgado.
“A lo mejor hay muchos otros casos (además de los 22 confirmados), no podemos hacer cálculos probabilísticos de cuándo probablemente vamos a tener la crisis porque no tenemos cuántos casos reales tenemos. Estamos yendo contra la corriente. Veinte al día no te dice estadísticamente dónde estás parado ni qué cantidad de ciudadanos podrían ser portadores del virus. No se están haciendo las pruebas necesarias para hacer proyección”, señaló y celebró que varios equipos se estén modificando para poder incrementar los casos.
Sobre eso último, dijo que es importante que el sector privado también realice las pruebas, porque eso implica un ahorro para el Estado, que debe prepararse para una eventual situación de crisis de grandes magnitudes.
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El ministro de Salud anunció el viernes que desde esta semana se estarán fortaleciendo los laboratorios del Hospital de Clínicas, del Instituto de Investigadores de Ciencias de la Salud de la Universidad Nacional de Asunción y del Hospital de Medicina Tropical, para que se siga aumentando la cantidad de pruebas para confirmar y descartar casos del nuevo coronavirus.
¿De qué depende la gravedad de la infección?
El especialista explicó que dentro del protocolo sanitario sobre el COVID-19 existen cuatro tipos de infectados:
A. Los que adquieren la forma leve y se tratan en sus casas.
B. Los que tienen factores de riesgo como diabetes, hipertensión u otras enfermedades de base y requieren hospitalización o monitoreo constante en sus casas.
C. Los que pueden o no tener enfermedades de base pero presentan signos de alarma como dificultad para respirar y tos con sangre; estos necesariamente son hospitalizados.
D. Quienes tienen o no factores de riesgo pero sí presentan insuficiencia respiratoria y, además, los signos de alarma mencionados anteriormente. Estos probablemente irán a terapia intensiva o requerirán asistencia respiratoria.
El Dr. Balmelli destacó que la gravedad de la enfermedad depende de muchos factores; primeramente, las enfermedades de base y el estado físico de los pacientes. Sin embargo, también depende de la carga viral. “Es diferente infectarte con una carga viral de 10 a la 3, a que te infectes por haber estado muy en contacto con un portador durante la etapa en que elimina gran cantidad del virus y que tengas una carga de 10 a la 6”, puntualizó.
Además, destacó que también inciden el factor alimenticio y hasta el estado mental del paciente, pues el pánico genera un estrés que deprime las defensas.
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Tratamientos con antirretrovirales
Por otra parte, el infectólogo confirmó que en varios países se están utilizando medicinas antirretrovirales, comunes en un tratamiento contra el SIDA: Lopinavir, revencivir, ritonavir.
Explicó que el COVID-19 es un virus de la familia ARN, igual que el VIH, y en otras naciones ya se hicieron pruebas con pacientes de este nuevo coronavirus que resultaron beneficiosas. Incluso, comentó que uno de los resultados que arrojaron las pruebas fue que en los pacientes más graves que recibieron estas drogas se acortó el periodo de la enfermedad. Igualmente, señaló que también se está usando bastante la corixroquina para los pacientes del grupo D.