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Esta mañana el reporte de la Dirección de Meteorología Hidrología señala que el río Paraguay bajó unos 4 cm, por lo que alcanzó los 1,4 m en la Capital. A inicios de este año el nivel llegó a los 3,2 m, pero para finales del mes de enero, el agua se situó a tan solo 1,8 m.
En 10 días, ya en febrero, el río ascendió a la medida de 2,22 m, lo cual significó un poco de alivio para los navegantes a quienes afecta económicamente que su nivel se encuentre muy bajo, desde esa fecha, el cauce hídrico descendió sostenidamente hasta llegar hoy a la medida señalada, es decir, bajó 82 cm en unos 20 días.
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Cabe resaltar que el río Paraguay sufrió bastantes altibajos durante el año pasado puesto que alcanzó su pico más alto el 28 de mayo de 2019, al llegar a los 7,58 m, cuando su nivel de desastre –según el histórico– es de 8 m.
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Tras este hecho, si bien el acumulado del líquido vital se estacionó en algunas ocasiones, su descenso fue vertiginoso, por ende, de afectar a miles de familias ribereñas que habían abandonado sus hogares por la crecida, pasó a convertirse en la preocupación de los navegantes ya que el agua a bajo nivel complica el paso por algunos tramos del río.
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Guillermo Ehrecke, del Centro de Armadores Fluviales, había señalado –cuando empezó a presentarse este inconveniente– que los bajos niveles en el cauce hacen que se deban fraccionar las cargas, lo que significa una pérdida de dinero, teniendo en cuanta que una cierta cantidad de carga llega ahora a su destino en mayor cantidad de viajes.
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Según el último pronóstico hidrológico, publicado el lunes pasado, se esperaba que para mañana el río baje hasta solo 1,29 m y lo que es peor, dentro de una semana, el 9 de marzo, se prevé que alcance solo los 1,18 m. Estas predicciones se basan en que para esta semana prácticamente no se esperan precipitaciones sobre la cuenca del río Paraguay, “lo que dejaría un marcado déficit a lo largo de todo su cauce”, puntualiza el reporte.