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Doña Fermina Barreto Vda. de Zalazar (88) fue atacada por un desconocido en su cama cuando se encontraba durmiendo. El malechor le propino varias heridas por todo el cuerpo con una varilla de hierro, en especial en la cabeza, llegándole a provocar hundimiento de cráneo.
La victima fue auxiliada por su hija Nunila (57), quien se encontraba en la habitación contigua. La mujer luchó cuerpo a cuerpo con el atacante, quien la tomó del cuello y la arrojó al suelo para propinarle varios golpes y luego emprender una rápida huida, amparado por la oscuridad.
Esta acción conmocionó a los pobladores, quienes no están acostumbrados a este tipo de violencia extrema.
Doris Samaniego, una de las manifestantes, pidió a los policias mayor presencia las calles de la ciudad a fin de realizar los controles preventivos, sobre todo en horas de la noche.
Los manifestantes coincidieron en denunciar que el inconveniente que genera este tipo de violencia, se genera en la plaza principal de la población, ubicada en el barrio Maria Auxiliadora, donde a diario las personas se reúnen hasta altas horas de la madrugada –incluso menores– para consumir bebidas alcohólicas y tal vez otro tipos de sustancias, todo esto acompañado de música a alto volumen y sin que se note la presencia de personal policial.
Estuvieron también presentes en esta reunión que se realizó antes la marcha los fiscales Teresilde Fernandez y Blas Pizani. Las personas pidieron a los representantes del Ministerio Público que procedan a hacer cumplir las leyes, a fin de prevenir los hechos de violencia.
También exigieron a las autoridades municipales hacer cumplir las ordenanzas, sobre todo las referente al expendio y consumo de bebidas alcohólicas en lugares públicos.
Los uniformados, por su parte, alegaron en su defensa que necesitan más agentes, ya que la comisaría tiene actualmente solo 7 uniformados para toda la población.
Sospechoso del ataque
En prosecución a la investigación de la golpiza que sufriera la anciana, en la tarde de este lunes, uniformados de la comisaria detuvieron a un joven de la comunidad indígena de los Ishir como el principal sospechoso de ser el autor del hecho. El caso está a cargo del fiscal Blas Pizani.