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Luego de varias semanas en que el país viene afrontando el flagelo de la epidemia del dengue y en Asunción, así como en otras ciudades, siga existiendo una cantidad enorme de patios baldíos que son enormes criaderos del Aedes aegypti, la Junta Municipal de Asunción tomó la decisión -un poco tardía- de declarar la Capital “en emergencia ambiental y sanitaria” por un plazo de 90 días.
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El sentido de esta declaración es que se puedan articular y facilitar las acciones para la liberación de fondos y evitar el trámite de licitaciones, de manera a agilizar los trabajos de mingas ambientales, limpieza de terrenos baldíos, etc.
El legislativo municipal pretende también con esto ahorrar procesos burocráticos a la hora de multar a los ciudadanos que no mantengan limpios sus predios.
Incluso, los concejales hablaron de que serán más expeditivos los plazos al momento de ingresar a predios que son criaderos del mosquito. Se ingresará directamente en compañía de la Fiscalía y se intervendrá para una urgente puesta en condiciones y eliminación de criaderos. El objetivo central, dijeron los ediles, es colocar en la lista de prioridades la problemática del dengue.
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Este miércoles se realiza una limpieza en el predio de la excervecería, a cargo de los propios dueños, a raíz de que la Municipalidad les notificara, generando una suerte de “chake” para que realicen la limpieza correspondiente. Si bien las multas se aplicarán de todos modos, si los dueños toman la iniciativa de limpiar luego de ser notificados, el monto de la amonestación puede ser más leve.
El martes por la noche, la Municipalidad realizó una fiscalización de la excervecería y se notificó a los dueños a fin de que realicen una urgente limpieza.
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En los últimos días, la Comuna viene realizando numerosas intervenciones en predios baldíos cuyos dueños infringen ordenanzas municipales al tener sus propiedades en pésimas condiciones de limpieza, siendo sus terrenos enormes criaderos del Aedes aegypti.
Normalmente, cuando se produce esta liberación de fondos ahorrando trámites burocráticos, el temor de la ciudadanía es que la administración municipal se transforme en un “festival de recursos”, gastando dinero a discreción y no precisamente en cuestiones que tengan que ver con la compra de maquinaria de limpieza para el combate al mosquito transmisor del dengue.
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