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El tribunal presidido por Carlos Hermosilla e integrado por Rossana Maldonado y Víctor Medina declaró, por decisión dividida, libres de responsabilidad penal a Walter Bower, y los excomisarios Osvaldo Vera y Merardo Palacios de los hechos de torturas por los que fueron acusados por los policías Jorge Luis López y Alfredo Cáceres.
“Este Tribunal de Sentencia no contó con pruebas científicas que nos otorguen el grado de certeza que estas personas hayan sido apremiadas de manera física”, indicó en parte de los argumentos por la absolución el juez Hermosilla, y agregó que en cuanto a testimonios recibieron “versiones antagónicas, contrapuestas de lo que habría ocurrido”. Medina también se sumó a esta postura, indicando que ante las dudas sobre las acusaciones, optó por la absolución.
La jueza Maldonado, quien votó en disidencia a favor de la condena, consideró que se ha demostrado la tortura, basándose en los testimonios y sobre todo en el estudio victimológico que constató “daños comunes en las víctimas y los daños particulares”, frutos de la presunta tortura.
La decisión se dio a conocer ante un importante número de presentes en la sala de Juicios Orales del Palacio de Justicia y con dos horas de retraso con relación al horario previsto que era para las 19:00.
El fiscal Santiago González Bibolini solicitó la condena de Bower y de los excomisarios por ser los responsables de los apremios físicos por los que fueron afectados las víctimas que promovieron la querella. Estas torturas ocurrieron tanto en la sede de la Comisaría 11ª metropolitana como en el Comando de Infantería de la Marina, según los alegatos finales del Ministerio Público.
Por su parte, las defensas solicitaron que Bower, Vera y Palacios sean absueltos de la causa, alegando que la Fiscalía no presentó ningún elemento que pruebe la culpabilidad de los acusados.
Los hechos por los que Bower y los uniformados fueron acusados ocurrieron entre el 19 y 20 de mayo de 2000, durante al levantamiento contra el Gobierno de Luis Ángel González Macchi.
Según las denuncias, los comisarios Osvaldo Vera y Merardo Palacios fueron los encargados de torturar a los uniformados; mientras que el ya fallecido comisario Basilio Pavón –en ese entonces jefe de la Comisaría 11ª metropolitana– fue el encargado de realizar las preguntas y ordenaba las torturas a los supuestos responsables. De esta situación estaba al tanto el entonces ministro del Interior, Walter Bower.
Anuncian una apelación
De parte de la querella, el fiscal González Bibolini anunció que leerán primeramente el fallo completo con los argumentos del Tribunal que será dado a conocer el 7 de enero próximo y a partir de ellos plantearían la apelación correspondiente. De parte de las presuntas víctimas, lamentaron la actuación de los jueces Hermosilla y Medina, pero valoraron la postura de la jueza Maldonado que falló a su favor.
Bower: no está "feliz”, sino en “paz”
“Yo no me detengo a contar los años, porque a eso tendría que sumarle toneladas de sufrimiento, angustias, de dolor, de habernos denigrado y de habernos puesto ante la sociedad y habernos reventado una brillante carrera”, comenzó diciendo Bower tras conocer el fallo y decir que no estaba feliz, pero sí “en paz” con la sentencia.
“Como cristiano perdono a los que ya no están y han escrito toneladas y toneladas de palabras en contra nuestra, ustedes saben a quienes me refiero. Tal vez algunos colegas de ustedes (prensa) tendrían que pedirnos disculpas también, pero no importa, la vida es así, no somos perfectos, somos de carne y hueso, y a veces nos equivocamos, pero algunos se equivocaron muy mal”, insistió el exministro del Interior.
Cuestionó duramente al fiscal del caso, diciendo que así como hay jueces probos, “hay cobardes, tartufos y felones como el fiscal que nos tocó". “No, no estoy feliz, no puedo estar feliz de ninguna manera, pero sí está liviana mi conciencia”, dijo en otra parte de la reacción, y luego resumió: “Estoy en paz”.