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El padre Olmedo dijo, durante una entrevista, que Dios envió a su hijo para salvar a la humanidad, por eso Jesús es el redentor, “porque nos redime de nuestros pecados y nos devuelve esa dignidad que hemos perdido a causa del pecado”. Señaló que por eso es importante la Navidad para todas las naciones del mundo.
“Es el misterio grande de nuestra fe, porque Dios se hizo hombre en la persona de Jesús y, de esa manera, Dios abrazó nuestras miserias para rescatarnos del poder del pecado y del mal”, explicó el sacerdote.
Señaló que Dios se hizo niño en una persona humana, que es Jesús, y de esta manera se unen la naturaleza divina y la humana. “Dios eterno se hizo hombre, y si le quitamos y dejamos de lado al niño Jesús la Navidad, se convierte en una fiesta pagana”, apuntó el padre Olmedo.
Añadió que con la encarnación del hijo de Dios la humanidad recobra su divinidad, “porque de hecho fuimos creados a imagen y semejanza de Dios”.
Según el padre Olmedo, el cristiano tiene que vivir la Navidad con una espiritualidad, un cambio interior y, sobre todo, pasar en familia para dar sentido a la Navidad que es el nacimiento del Salvador.
Señaló que la humanidad pasa por un tiempo difícil en la actualidad porque se vive en el mundo donde prima lo económico y el comercio. “Ante esta realidad, estamos llamados a volver a la fuente, recuperar el sentido de la Navidad y preparar nuestros corazones para que Jesús pueda volver a nacer en nuestras vidas, en la familia”, remarcó.
El padre Olmedo exhortó que en Paraguay se recupere el encuentro familiar en torno al niño Dios y con una profunda fe cristiana. Es una forma de superar el paganismo, indicó el sacerdote. “No debemos preocuparnos tanto, en el encuentro, de la comida ni de las bebidas, sino ayudarnos a crecer como persona en base al dialogo y la comprensión”, concluyó el párroco.