Pese a “austeridad”, viceministro defiende “extra” de G. 4 millones

Óscar Llamosas, viceministro de Administración Financiera, aseguró que el pago extraordinario que reciben los funcionarios del Ministerio de Hacienda este mes es un beneficio contemplado por la ley y que hay artículos dentro del presupuesto que les permite ganar este dinero adicional, al que llaman pago del “subsidio familiar”.

Casi todos los días grupos de  funcionarios protestan frente a la sede de Hacienda para pedir  aumento salarial.
Funcionarios protestan frente a la sede de Hacienda para pedir aumento salarial. (Foto ilustrativa).Archivo, ABC Color

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Llamosas conversó este martes con radio ABC Cardinal y reprochó que exista “mucha confusión y desinformación” en torno al subsidio de G. 4 millones que recibieron los funcionarios del Ministerio de Hacienda este año.

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El viceministro explicó que es un dinero que ya fue presupuestado y que puede gastarse en concepto de subsidio durante todo el año y que en este caso lo que los funcionarios recibieron fue un subsidio familiar y alimenticio. Contó también que los funcionarios reciben otro monto adicional al arrancar el año, que se trata de un subsidio escolar.

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Llamosas defendió el pago y argumentó que los subsidios se pagan por ley durante todo el año y en diferentes conceptos, clasificados en componentes fijos y variables. En síntesis, afirmó que el dinero que tienen asignado para los subsidios dentro de la entidad no se modifica desde 2017.

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Además, trató de defender la postura de Hacienda, que pide austeridad a otros ministerios pero gasta el dinero en este concepto. Dijo que la cifra destinada a los subsidios no se toca desde hace tres años y dio a entender que eso significa que cumplen con la política de austeridad que pide el Ejecutivo.

El beneficio se abona a pesar de la recesión que afectó a la economía, de que el fisco recaudará US$ 303 millones menos y de que cerraría el ejercicio con un déficit fiscal de 2,5% del PIB (US$ 1.000 millones) que se financia con endeudamiento, ya que los ingresos tributarios en un 92% se destinan a gastos rígidos.

COYUNTURA ECONÓMICA Y FISCAL
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