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Miguel Britos Villalba, quien fue presidente del Club Resistencia de la Chacarita, prestó en 2013 G. 200 millones de Roberto Garcete, compadre de González Daher y dirigente del mismo club y de la Asociación Paraguaya de Fútbol. Un año después del crédito, Britos pagó G. 400 millones (100% más) y aun así le quitaron su casa.
Britos conversó este martes con radio ABC Cardinal e indicó que está contento porque “se hizo justicia divina y terrenal” con la absolución concedida ayer por la jueza penal de sentencia Nancy Adorno. González Daher está ahora imputado y preso por supuesto lavado de dinero y usura.
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“Me robó la ilusión de seguir trabajando, nos dejó en la calle a toda la familia. Recién ayer pudimos despertarnos de ese sueño tan malo y perverso”, expresó el dirigente deportivo.
Britos detalló que le despojaron de su casa a través de una red de corruptos que implicó a escribanos, fiscales y jueces a través de “aprietes” hechos por Ramón González Daher con la venia de su hermano, el exsenador Óscar González Daher, cuando fue presidente del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM).
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El dirigente absuelto adelantó que ahora deberá trabajar en recuperar la casa que le sacaron, que hoy está ocupada por la hija de su prestamista, una mujer llamada Fabisol Garcete, mediática cantante de participación frecuente en programas de entretenimiento.
“La escribana (que firmó la cesión de su casa) fue Lourdes Duarte. Casa. Las que debían firmar las transferencias eran mis hijas María Laura Britos y Rocío Carolina Britos. Me atacaron con la demanda (...) La hija es la que vive en mi casa, la hija de Garcete, se llama Fabisol”, expresó.
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Britos indicó además que a raíz de esta maniobra obligaron a su familia a vivir en alquiler en San Lorenzo. “Acá está metida mucha gente. Escribanos y gente del Ministerio Público. Firmaron una transferencia de mi casa pero nadie sabía nada (...) Pagué intereses de más del 100%”, concluyó.
Préstamo usurario
Tras pagar el doble de lo que prestó, Britos fue convocado por Garcete, el prestamista, a una reunión en la que se encontró con González Daher y este lo intimó a que abandonara su vivienda en un plazo de treinta días, explicó. Pasaron los días y Garcete lo volvió a convocar a otra reunión, diciendo que había “buenas noticias”.
Le dijeron a Britos que le iban a devolver la casa si firmaba cuatro cheques por valor total de G. 534 millones.
Rubricó los cheques y le prometieron devolver la llave. Pasaron los días y Garcete desapareció. Cuando Britos averiguó, la casa ya estaba registrada a nombre del “prestamista” de la Chacarita, denunció.
Mientras intentaba revertir la escritura de su casa, Britos recibió la notificación del inicio de un proceso judicial en su contra por supuesta estafa. ¿El denunciante? Ramón González Daher, quien había pasado a ser poseedor de uno de los cheques que le habían obligado a firmar a Britos a cambio de devolverle su casa.
No quería comparecer
A pesar de ser el denunciante, González Daher solicitó a la jueza que se prescindiera de su declaración testifical alegando falta de garantías. Ayer alegó problemas de salud para no presentarse.
Esquema repetido
Según la imputación contra González Daher, el ex dirigente deportivo usaba a la Fiscalía como forma de extorsión a sus prestatarios. A título personal presentó un total de 227 denuncias por estafa para tratar de cobrar el dinero que le debían.