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Los delitos ocurrieron entre 2013 y 2014 contra jóvenes que servían en la parroquia de la referida localidad.
El tribunal de sentencia integrado por los jueces Loida Alfonso (presidente), Ricardo Gómez y Paternio Vera, condenó a siete años de pena privativa de libertad a Francisco Javier Bareiro tras hallarlo culpable de coaccionar sexualmente a dos de los cuatro jóvenes que servían en la parroquia en la cual se desempeñaba como vicario, junto al entonces cura párroco Gustavo Ovelar, quien también está acusado por los mismos delitos.
Ovelar se encuentra prófugo desde hace varios días, y ya se emitió una orden de captura en su contra.
El tribunal argumentó que pudo comprobarse que hubo coacción sexual solamente contra dos de las cuatro víctimas, con los diferentes informes psicológicos y la declaración testifical de los mismos. No se pudo comprobar la tentativa con relación a los otros dos.
El condenado, antes de la lectura de la sentencia, negó categóricamente todas las acusaciones, argumentando que todo fue orquestado por los jóvenes por haberlos suspendido de la realización de retiros espirituales, por supuestamente cobrar por los retiros e ingresar bebidas alcohólicas.
Afirmó que no existen pruebas de que haya amenazado o obligado a alguien a tener relaciones sexuales con él, ningún informe médico o pruebas de los mensajes de texto que supuestamente enviaba a los jóvenes.
La abogada defensora de Bareiro, Lucía Matto, anunció que presentará un recurso de apelación, alegando que no existieron pruebas fundamentales para condenar a su cliente, mencionado que las supuestas víctimas al momento del hecho ya eran mayores de edad.
Barreiro cumplirá su condena en la Penitenciaría Regional de Villarrica.