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Sanabria, en comunicación con ABC Cardinal, informó que de enero a la fecha el Servicio Nacional de Erradicación del Paludismo (Senapa) inactivó alrededor de 3 millones de criaderos mediante la utilización de larvicidas. También recordó que el rociado se hace cuando existen casos sospechosos, confirmados o probables. “La fumigación es una medida de control”, señaló.
Los índices de infestación –enmarcados en el porcentaje de viviendas con presencia de larvas–, según los datos actuales, establecen que en Ciudad del Este es del 4%, Minga Guazú con 7% y las ciudades del departamento Central siempre por encima del 4%. Lo recomendable es mantener el porcentaje por debajo del 1%, según puntualizó. “El Aedes aegypti lastimosamente se volvió nuestra mascota. Es un mosquito urbano”, comentó.
Igualmente, reiteró que esta es la época de mayor proliferación del insecto, por las condiciones climáticas que se tornan aptas para ello: el calor sumado a la humedad. “Si eliminamos los criaderos, nos olvidamos del mosquito adulto”, enfatizó.
La Dirección de Vigilancia Sanitaria determina a qué zonas acuden los profesionales de Senepa, por lo que en casos de tener casos o sospechas de infestación, la población debe reportar esta situación a dicha dirección, mencionó.
Asimismo, recomendó que las residencias que tienen piscinas siempre deben tener el agua de la misma clorada, porque actualmente los criaderos y mosquitos se propagan a mayor velocidad.
Un dato importante a tener en cuenta, que detalló el experto, es que las mascotas –gatos o perros– no se contagian de dengue. Sin embargo, sus bebederos son potenciales criaderos. Instó a que, además de cambiar el agua constantemente, se realice una limpieza del borde del recipiente utilizado para los efectos.