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Samaniego dijo a ABC Cardinal que habían solicitado audiencia con el ministro Jiménez, a quien le demostraron el tráfico de influencias que ejerce Kriskovich en el sistema judicial, ya que la jueza de la causa nunca convocó a María Belén Whittingslow (víctima del acoso) ni tampoco se ordenó peritar su teléfono, que contiene los mensajes que son evidencia en contra del docente de la Universidad Católica.
En esos mensajes, Kriskovich pedía a la joven que se pusiera disfraces obscenos, le decía que quería tener relaciones sexuales “contra la pared” con ella, la invitaba a tomar whisky a su oficina y le pedía que fuera su amante. Para la Justicia estos mensajes no fueron más que un “galanteo”.
“Cuando le comentamos a Jiménez, él no lo podía creer”, dijo Samaniego. El presidente de la Corte se había comprometido a verificar la situación y a ponerse en contacto; sin embargo, cuatro semanas después de esa audiencia, nunca volvió a llamar.
“Le llamé, no me atendió; me atendió su secretaria. Me extraña, porque él (Jiménez) habló de transparencia. Ella (María Belén) está fuera del país porque en su país no le dan una oportunidad de tener una vida digna. Está destruida”, dijo la legisladora.
Además, criticó el comunicado de la Universidad Católica, expresando que en lugar de “impulsar valores y principios en las personas” cuestionan y aseguran estar “preocupados” por la denuncia.