El escrache se realizó en una vivienda de Lambaré, que pertenecería a Kriskovich. “Venimos a escrachar al ‘cortejador y galanteador’ de la UCA, que le mandó más de 1.600 mensajes ‘cortejadores’, que según resolución 735/2015 realmente son amorales y una vergüenza internacional”, afirmó Mónica Castañe, madre de Whittingslow.

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“En este momento mi hija está separada de su familia por esta persecución. Eramos seguidos y tuvo que pedir refugio en otros país porque en el suyo no encuentra apoyo de la Justicia, al contrario, apañan (a Kriskovich)”, agregó la mujer.

Los manifestantes denunciaron la influencia que tiene Kriskovich en la justicia y la Iglesia Católica y también recriminaron a la Universidad Católica de Asunción (UCA) por “encubrir” al docente acusado de acoso. El caso que involucra a Kriskovich y Whittingslow es complejo ya que abarca dos aristas: por una parte, la denuncia por acoso que fue desestimada, pero donde los familiares refieren que ni siquiera se hicieron las pericias de los mensajes de tenor sexual enviados por el docente a la alumna.

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En paralelo, la joven fue incluida en la causa conocida como “los compranota”, donde un grupo de alumnos de la UCA fueron acusados de pagar para aprobar asignaturas de la carrera de Derecho en la Universidad Católica. Esa causa está abierta aún y se pidió la captura de la joven que se encuentra en Uruguay, donde se le otorgó asilo.