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“Hoy estoy pidiendo a través de un escribano que se le intime al fiscal para que me tome la declaración, ya sea como testigo, sea informativa o indagatoria.,si cree conveniente. El que nada debe, nada teme”, dijo a ABC Cardinal el concejal Adaro, cuyo guardaespaldas fue detenido, bajo sospecha del presunto intento de atentado ocurrido en la Junta Municipal de Yuty la semana pasada.
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Pese a que, inicialmente, se argumentó que el ataque tenía como objetivo a Adaro, el hallazgo de un teléfono celular en que se registra una llamada a un empleado a su cargo volteó las sospechas sobre él. “Quiero que se esclarezca el caso. Yo ya me puse a disposición del fiscal al día siguiente, y hasta la fecha no me está tomando declaración ni no me está recibiendo estás declaraciones”, insistió, acusando a la Policía y la Fiscalía de presuntamente querer incriminarlo en el hecho.
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“Estoy con muchas dudas de que el procedimiento policial y fiscal está queriendo desviar la atención. Pero de mi parte voy a insistir hasta las últimas consecuencias en que se aclare”, refirió el concejal departamental, quien afirma que hace tiempo tenía versiones de que ocurriría un hecho grave y que alertó a las autoridades. Sin embargo, dijo no identificar a los mandantes de estos hechos delictivos que conmocionaron a la comunidad yuteña, más bien por el hecho que por las consecuencias.
“Yo le pedía a mi guardaespaldas para ir a avisar en la comisaría de Yuty, al comisario principal Derlis Melgarejo, de la presencia de los brasileños en el hotel Liliana, centro de Yuty; y este comisario de Yuty, que casi casi el 80% estoy seguro que sabía y estaba metido, le dijo a mi custodio que en la tardecita iba a revisar en el hotel. A al día siguiente, el comisario me mandó decir que eran personales que trabajaban por la antena de Tigo. ¿Verdad que es extraño que brasileños vengan a Yuty para trabajar por la antena de Tigo?”, dijo el concejal.
Asimismo, negó que en el celular –abandonado por los presuntos sicarios– que se halló en el baño local de la Junta Departamental haya registros serios que vinculen a su chofer, ya que solamente consta una llamada perdida de 7 segundos que se les pudo haber “escapado” a los malvivientes.
Dijo que, además de al comisario de la comunidad, alertó de las informaciones que tenía de un presunto ataque violento al gobernador de Caazapá, Pedro “Pipo” Díaz Verón, y a la presidenta de la Junta, Antonia López, y otras autoridades. “No sabía que era el atetado directamente, ni cómo; pero sí que venía gente de Pedro Juan Caballero”, dijo.
Adaro cree que el ataque pudo haber sido ordenado para evitar la reelección de su correligionaria López como titular de la Junta Departamental, y aprovechó para negar una supuesta enemistad con su colega Nélson Vera, con quien, según publicaciones, mantendría una disputa antiquisima, llegando supuestamente a responsabilizar a Vera del atentado que le costó quedar en silla de ruedas.
“Los muchacho nomás nos hicieron pelear”, dijo, alegando que supuestamente él nunca acusó a Vera de mandar matarlo. Finalmente, también hizo referencia a una denuncia realizada por otra persona con la que sí tiene un conflicto de hace tiempo, de nombre Jorge Baeza. “En esa denuncia que hizo Jorge Baeza contra mi persona (por supuestos secuestros) tengo sobreseimiento definitivo”, dijo, afirmando que la causa presuntamente ya fue desestimada en todas las instancias.