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Las atención médica de esta misión seguirá hasta el 2 de agosto, entre las 08:00 y las 17:00, en el Hospital General de Luque.
Enrique Galván es el paciente al cual retiraron más de cuatro kilogramos de exceso de piel, hasta el momento.
Neurofibromatosis, se denomina la rara enfermedad de la piel que hace que crezcan grandes tumores, normalmente benignos, en los tejidos nerviosos.
Galván dijo que cuando tenía 3 años de edad comenzó a sufrir el exceso de piel en su cuerpo, en lugares como la espalda, el tórax, el cuello, el brazo y el rostro. Vivió “acomplejado y con miedo” durante mucho tiempo, pero luego de varias consultas médicas en hospitales públicos de Paraguay, finalmente, el 27 de julio de 2018, recibió la noticia que cambiaría su vida en un 200%, según manifestó.
El joven esperó 12 horas a ser atendido en la misión del año pasado. Durante la espera conoció a Vivian Landers, una paraguaya que vive en California y es voluntaria de ImaHelps.
La mujer insistió a Enrique a que esperara al cirujano para poder evaluarlo. Finalmente, el médico indicó que era posible una cirugía para retirar el exceso de piel, pero el tiempo no alcanzó para realizarlo durante la misión del año pasado.
La gran noticia
En febrero de este año, directivos de ImaHelps viajaron a Paraguay para ajustar los últimos detalles respecto a la misión humanitaria que actualmente se está llevando a cabo en esta ciudad.
Posteriormente, Inés Allen, fundadora y presidenta de ImaHelps, se comunicó con Enrique y le dijo que los médicos aceptaron operarlo en California a través de la Fundación, totalmente gratis. Desde ese momento, comenzó un trabajo de voluntariado de varias personas.
Vivian Landers “movió algunos contactos” y solicitó ayuda para que Enrique y su madre Francis Diaz Pérez puedan viajar a Estados Unidos. Así, Catherin y su esposo Kevin Downes en representación de la iglesia Voyagers de Irvine solventaron todos los gastos del viaje y hospedaje. Joshua Radwan, también realizó varias donaciones para Enrique y su madre, entre las que podemos citar un viaje a Disney, un día antes de la cirugía.
“Mi vida cambió en un 200%. Deseo que la gente aproveche lo que ofrece la misión. Primero deben dejar el miedo y animarse. Mucha gente me ayudó en todos los sentidos. Todo fue voluntad. Me siento muy bien. Más ligero, liviano. Durante 28 años viví con esto. Fui discriminado varias veces por la sociedad. El paraguayo ve mucho la apariencia. Con el paso del tiempo fui superando eso y acepté mi realidad y sobre todo me adapté. Seguí mi camino. Trabajo como todos, soy asistente administrativo en una institución pública”, dijo Galván.
El pasado 2 de junio, Galván fue operado durante seis horas por primera vez en California. En la ocasión los galenos le retiraron casi cuatro kilogramos de piel del tórax, brazo y espalda.
En la mañana de este sábado se realizó la segunda cirugía, que duró cuatro horas, para extirpar el tumor que se encontraba alrededor de la cabeza y cuello.
Se prevé una tercera operación facial, nuevamente en California debido a la complejidad de la intervención.
“Busqué una solución en nuestro país. Las veces que me sometí a cirugías sangraba demasiado y corría riesgos, entonces dejaron de operarme. También faltaba tecnología. Por lo menos con lo que me hicieron evitamos que avance la enfermedad. Con mi crecimiento fui complicándome, mi sangre ya no coagulaba y entonces cada operación era peligroso”, indicó Galván.
“Tecnología de punta”
El cirujano plástico y maxilofacial Chris Tiner es voluntario de ImaHelps desde el 2008, y es considerado uno de los mejores en su especialidad en toda California.
Acompañó las misiones de ImaHelps en El Salvador, Nicaragua, Perú y ahora Paraguay. También es miembro de otros grupos de voluntarios que prestan servicios en África.
El profesional dijo que trajo una máquina especial para operar a Enrique Galván.
“Es un equipo que a medida que va cortando la piel, también va cauterizando la herida, lo que evita una posible hemorragia”, explicó.
El galeno asistió en la primera cirugía y también lo hará en la tercera.
Tanto Jeff Crider como Inés Allen coinciden que el caso fue uno de los grandes desafíos que tuvo la misión.