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De acuerdo a la denunciante, Diana Salazar, madre de uno de los jóvenes, todos mayores de edad, su hijo y sus amigos se encontraban en la terraza de una vivienda en Villa Cerro Corá, que pertenece a uno de ellos pero que se encuentra actualmente deshabitada.
En un momento dado llegó la Policía, supuestamente tras haber recibido una denuncia telefónica a través del sistema 911, y todos los jóvenes fueron detenidos argumentando que al estar “más de tres personas reunidas” se considera “una actitud sospechosa”.
Sufrieron golpes
Según la denunciante, los jóvenes fueron golpeados y además los uniformados quisieron quitarles sus celulares mientras filmaban, razón por la cual se resistieron.
Finalmente, lograron llevarlos hasta la Comisaría, donde, de acuerdo al relato de Salazar, les insinuaron que debían entregar una suma de dinero para ser liberados. Además, afirman que fueron amenazados.
El caso salió a luz gracias a que uno de los jóvenes pudo comunicarse con su madre mientras los llevaban en la patrullera, y esta ya hizo la denuncia ante la Fiscalía por violación a los Derechos humanos.
El hecho ocurrió alrededor de las 14:30 y hasta entrada la tarde el allanamiento continuaba en curso.
Diana Salazar declaró a los medios que es “una práctica común” de los efectivos de la Comisaría 16ª agarrar a jóvenes que tienen tatuajes, cabello largo o mochilas, y realizar este modus operandi extorsivo.
Ninguno de los jóvenes posee antecedentes judiciales. Tres de ellos presentan lesiones en el ojo, en la costilla y en el estómago. La denunciante dijo que cuentan con una filmación del celular de uno de los detenidos, que servirá de prueba para demostrar el actuar de la Policía.
“Tenemos ese material, uno de los policías les decía que por las buenas o por las malas los traerian a la comisaría”, relató Salazar.
“El procedimiento es irregular”
El fiscal Osmar Segovia, por su parte, dijo que en principio “es totalmente irregular lo que hizo la Policía, porque en su acta dice que encontraron a seis personas que colaboraron con la investigación y que les trajeron a la comisaría para una mejor averiguación. Encontraron 1,6 gramos de marihuana en poder de uno de ellos, pero trajeron a los seis, los metieron al calabozo y a tres de ellos los lastimaron”, confirmó el investigador del Ministerio Público.
El agente añadió que los uniformados incluso el comisario, “tratan de disfrazar su actuación y justificarse diciendo que los jóvenes se resistieron, pero su acta dice que colaboraron con el procedimiento”.
El investigador reconoció que no entiende por qué trajeron a la comisaría a los jóvenes, y añadió que “1.6 gramos de marihuana ni siquiera es punible conforme a la ley de drogas”.
Por orden de los fiscales, los jóvenes fueron llevados a la clínica forense de Ministerio Público para verificar las lesiones y posteriormente el caso será derivado al fiscal de turno encargado de derechos humanos, pues se considera que aquí hubo una violación de DD.HH.
Según la información que complementó el fiscal, uno de los jóvenes relató que el propio comisario lo sujetó por detrás mientras otro policía le propinaba los golpes.
Comisario niega extorsión
El comisario Luis Fretes también habló con los medios y sostuvo en todo momento que se trató de un caso de incautación de estupefacientes.
Aseveró que “es categórico que a estas personas no se les tocó, pero opusieron resistencia”, y que lo que hubo fue “un forcejeo que normalmente ocurre en estos casos”.
En su defensa, el comisario alegó que estos jóvenes “constantemente amenazan a los vecinos, les quitan cuchillos. A raíz de eso la patrullera se constituyó en ese lugar”.
A su vez, el jefe policial dijo que “le llamó mucho la atención”, que los jóvenes les decían a los uniformados que “son amigos de la Fiscalía y que no le temen a la Policía”.
Criticó también a los fiscales diciendo que “están buscando excusas al procedimiento policial”.
El comisario insistió en que “el traslado en patrullera de los jóvenes fue normal”, y que tres de ellos no tenían cédula, por lo que la Policía tiene facultades para traerlos a la comisaría y hacer averiguaciones.
Sobre el supuesto pedido de dinero que hicieron para liberar a los jóvenes, el comisario se limitó a decir que “tienen que demostrar que se le intentó pedir plata”.
Toda la dotación de efectivos de la comisaría 16, inclusive el comisario, están involucrados en el caso.
Por el momento solo se dieron a conocer los nombres de los dos uniformados intervinientes que están directamente acusados del procedimiento. Ellos son los suboficiales Óscar Jara y Ramón Mendoza.
Entre tanto, las identidades de los jóvenes detenidos se dieron a conocer a última hora de la tarde. Estos son: Saúl Ocampos, Ezequiel Fernández, Édgar Martino, Leonardo Araujo, Marcelo Ramírez y Matías Bernal.