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Tras el crimen ocurrido en la estancia Taguato, de Mariscal Estigarribia (Chaco), saltó al tapete la preocupación por la seguridad en el control del traslado del ganado y la propiedad de marca que tienen los animales.
El vicepresidente de la ARP, Manuel Riera, reconoció en contacto con ABC Cardinal que el sistema que en teoría se encarga de la seguridad y el control de propiedad y traslado de los animales es sumamente vulnerable y que se requiere modernizarlo de manera urgente y, sobre todo, unificar el mecanismo de control que tiene cada una de las instituciones relacionadas a la propiedad del ganado en Paraguay.
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El sistema del Senacsa, por ejemplo, se encarga de la seguridad sanitaria del ganado. La institución, recordó Riera, tiene que certificar que el animal está vacunado, pero se trata de una identificación genérica y no animal por animal. “El sistema sigue siendo sometido a la habilidad y al ingenio de los bandidos. Hay que seguir perfeccionándolo”, indicó Manuel Riera.
Recordó que meses atrás habían mantenido una reunión interinstitucional entre el sector de los productores, el sanitario y otros organismos relacionados, en la que acordaron que encontrarían la manera de vincular los sistemas, pero esos trabajos aún no se realizaron, por lo que Riera cree que este lamentable hecho ocurrido debería impulsar a las autoridades a acelerar esos procesos, que por lo general son muy lentos.
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Riera analizó que el responsable de idear el robo de cabezas de ganado en el Chaco “es un tipo que dominaba el sistema. Tenía que manejar bastante bien el sistema de marcas para hacer lo que hizo”.
“En el Código Civil está establecido que el título de propiedad del ganado es la marca. El sistema del Senacsa, por ejemplo, tiene que certificar que los animales fueron vacunados. “Esa es una identificación genérica, no es individuo por individuo, sino en grupos, con la marca del propietario y los códigos correspondientes”, detalló Riera.
Otro de los factores mencionados por Riera tiene que ver con la responsabilidad del Senacsa, al que recientemente se le transfirió el compromiso de cobrar los costos de la transferencia.
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“Indirectamente se le transfirió también al Senacsa el control del movimiento de la existencia del ganado que está en un sistema”, refirió Riera. El problema es que los sistemas de cada institución son diferentes.
“Nosotros necesitamos que el registro de marcas con la digitalización, que depende de la Corte, esté vinculado en tiempo real con el Registro de Existencia Sanitaria Animal que está en el Senacsa y, a su vez, con los puestos de control en las rutas, para que los funcionarios puedan con un clic ver a quién pertenece esa marca”, propuso Manuel Riera.
Según la idea que dio el vicepresidente de la ARP, también todo debería estar vinculado a la base de datos de la Policía, de manera a saber si los que transportan determinado ganado en ese momento fueron autorizados a hacerlo.
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“Este horrendo crimen tiene que ser un acicate para que organismos del sector público vinculados al movimiento de ganado aceleren esos pasos necesarios. A veces, en el día a día, se pierde tiempo”, opinó Manuel Riera.
Explicó que el autor moral del robo emitió la guía incluyendo como marca complementaria la marca de su víctima. “Luego, lo que hizo fue volver a marcar los animales con su marca y dejar la marca del propietario siempre como complementaria, para así tener la oportunidad de sacar con los documentos y utilizar la existencia del propietario fallecido”, detalló el ganadero.
El representante de la ARP propuso que incluso llegue a los teléfonos celulares, con la tecnología existente hoy en día, la información de que el ganado está siendo movido.