El periódico recoge en primera plana una copia del decreto “Sobre la construcción del Panteón-Museo para la eterna gloria de las grandes figuras del país soviético”, publicado en los principales diarios soviéticos el 7 de marzo de 1953, dos días después de la muerte de Stalin.
“Con el fin de inmortalizar la memoria de los líderes Vladímir Ilich Lenin y Iosif Stalin, y también de los más destacados mandatarios del PCUS y del Estado soviético enterrados en la Plaza Roja y los muros del Kremlin, se construirá en Moscú un edificio monumental -Panteón-”, reza el decreto.
Y agrega: “Al término de la construcción del Panteón se trasladará (al nuevo edificio) el sarcófago con el cuerpo de V.I.Lenin y también los restos de destacadas figuras del PCUS y del Estado soviético enterrados en los muros del Kremlin”.
El histórico documento del Comité Central del Partido Comunista (PCUS) y del Consejo de Ministros de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas también ordena “garantizar el acceso al Panteón para una amplia masa de trabajadores”.
El decreto no precisa en qué lugar iba a construirse el panteón, cuya obra permitiría que el mausoleo de mármol de Lenin se utilizara únicamente como tribuna para presidir los actos en la Plaza Roja.
Lo que aún se desconoce hoy en día es el motivo por el que las autoridades soviéticas no llevaron a buen puerto el decreto, más aún cuando el sucesor de Stalin, Nikita Jruschov, lanzó una campaña nacional contra el culto a la personalidad.
El artículo de Nóvaya Gazeta, que está firmado por Nikita Petrov, conocido activista de la organización de derechos humanos Memorial, también critica a los dirigentes del actual Partido Comunista Ruso por obviar la existencia de dicho decreto.
Con la excepción de los 1.360 días durante la Segunda Guerra Mundial en la que el cuerpo embalsamado de Lenin fue evacuado a Siberia, la momia del fundador de la Unión Soviética ha estado expuesta frente a las murallas rojas del Kremlin desde 1924.
Mientras el mausoleo resiste a duras penas el paso del tiempo, cada vez son más los rusos que abogan por enterrar el cuerpo de Vladímir Ilich Uliánov “Lenin” (1870-1924) en un cementerio.
Según una reciente encuesta del Fondo de Opinión Pública, un 61 por ciento de los rusos es partidario de que Lenin descanse bajo tierra en un camposanto, un 5 por ciento más que hace un año, mientras un 25 por ciento quiere que siga en su sitio.
Mientras, el líder ruso, Vladímir Putin, ha asegurado que Lenin yacerá en el mausoleo hasta que una mayoría clara de rusos manifieste públicamente lo contrario, para evitar una división de la sociedad.
Aunque Lenin no dejó testamento, su viuda, Nadezhda Krúpskaya, se opuso a la exposición del cuerpo de su marido y dijo que el líder bolchevique había expresado su deseo de descansar junto a su madre y hermano en el cementerio Vólkovskoye de San Petersburgo.