La escultura de color violeta tiene diez metros de altura y muestra un dedo anular de un tamaño desproporcionado.
Cerny no ha querido dar explicaciones sobre su obra y se ha limitado a decir que “habla por sí sola”, en lo que parece una forma de sumarse al malestar que causó este verano el nombramiento, por Zeman, de un Gobierno que no contaba con el consenso de las fuerzas políticas
El artista mostró públicamente su apoyo a Karel Schwarzenberg, el principal rival del presidente Zeman, durante la campaña para las elecciones presidenciales del pasado enero.
El artista checo ya utilizó este motivo hace dos años, cuando lanzó al río un tanque soviético pintado de rosa y coronado por una “peineta”.
En aquella ocasión fue para conmemorar el vigésimo aniversario de la salida del último convoy del Ejército Rojo y la disolución del Pacto de Varsovia en 1991.
Cerny también utilizó el obsceno gesto en su interpretación de una famosa placa de la Avenida Nacional que conmemora el 17 de noviembre de 1989, fecha de la manifestación estudiantil que desencadenó la Revolución de Terciopelo.
Si en la placa original aparecen varios brazos mostrando la “V” de la victoria, en el caso de Cerny todos ese brazos hacen una “peineta”.