La madre de Shayne, un koala de nueve meses, murió atropellada por un coche en el Estado de Queensland, en el este de Australia. El bebé marsupial estaba agarrado a la espalda de su madre en el momento del accidente y con el impacto fue proyectado a 20 metros. Cuando fue hallado, los cuervos lo estaban atacando.
Shayne fue trasladado al hospital de fauna salvaje del zoo de Australia, dirigido por la familia del famoso defensor de los animales Steve Irwin. Los veterinarios del centro explican que el marsupial está superando el trauma de la pérdida de su madre y está logrando ser independiente gracias a un peluche en forma de koala, al que se aferra como si fuera su madre.
“Shayne no resultó herido en el accidente. Pero tiene que enfrentarse a la pérdida de su madre y aprender las lecciones vitales para convertirse en un koala independiente y salvaje”, dijo el lunes la directora del centro, Rosie Booth.
Los koalas, marsupiales emblemáticos de Australia, sufren las consecuencias del cambio climático y de la pérdida de su hábitat. También son víctimas de ataques de perro, accidentes de coche y de las infecciones de clamidias. Cuando llegaron los primeros colonos británicos en 1788, había más de 10 millones de koalas. Es difícil contabilizarlos porque viven en lo alto de los árboles, pero en 2012 se estimaba que quedaban solo 330.000.