Koichi Kuwabara, de 29 años, comenzó su aventura en agosto de 2011 justo después de licenciarse en Educación en la Universidad de Soka (Tokio) y desde entonces ha viajado por Corea del Sur, China, Hong Kong y Taiwán dando abrazos a todos los viandantes que acuden a su reclamo “Free Hugs for Peace” ("Abrazos gratis por la paz").
Sus vídeos grabados en las calles de Seúl, Pekín o Taipei, además de en Youtube, cuenta con más de 5.300 seguidores en Facebook y unos 3.000 en Twitter. El objetivo de Kuwabara es que los países vecinos “dejen de lado sus problemas políticos y el odio y el desprecio entre ellos”, ya que pese a sus diferencias “todos los asiáticos tienen mucho en común”, explicó.
“Que no estemos de acuerdo en algunos temas territoriales no significa que no podamos ser amigos. Todos somos iguales. Me gustaría que la gente se diera cuenta de eso viendo mis vídeos”, dice Kuwabara, quien regresó a Japón para trabajar una temporada en Disneyland Tokio antes de lanzarse a nuevos viajes.
El joven sueña con que “los pueblos asiáticos se unan algún día” y considera que “llevarse bien con surcoreanos o con chinos es mucho más divertido que odiarse unos a otros”. Sus planes son continuar repartiendo abrazos por países del este de Asia los próximos años, e incluso extender sus viajes al resto del mundo “si consigue ahorrar suficiente dinero”.
Diversos medios nipones, chinos y surcoreanos se han hecho eco de la iniciativa de Kuwabara y la han ensalzado en el actual contexto de tensas relaciones entre las principales potencias asiáticas, a causa de disputas como la de las islas Senkaku o las consecuencias de las agresiones niponas previas la segunda Guerra Mundial.
Debido sobre todo a estos conflictos históricos, casi la mitad de los japoneses (47 por ciento) tienen una “imagen desfavorable” de sus vecinos surcoreanos, mientras que la gran mayoría de éstos (un 77 por ciento) cuenta con una mala impresión de los nipones, según una encuesta realizada en 2013 por los centros de estudios Genron NPO y East Asia Institute.