Ogawa Studios, líder del ramo en Japón, ha visto cómo afluyen los clientes tras la victoria inesperada del magnate, el pasado 8 de noviembre.
La compañía, que fabrica máscaras con efigies de políticos, personajes de dibujos animados, luchadores de sumo o incluso de Buda, empezó a comercializar este producto en mayo, al precio de 2.400 yenes (20 euros) .
Vendió 1.800 en los meses anteriores a la elección de Trump, y tras ella, unas 5.000 en pocos días, y espera llegar a 8.000 antes de fin de año.
“No sé si (la elección de Trump) es buena para Japón, pero para nosotros, fabricantes de máscaras, la demanda se ha disparado desde que ganó” , comenta a la AFP Takahiro Yagihara, un responsable de la sociedad con base en Saitama, al norte de Tokio.