Corrie Le Grange, de 60 años, fue transportado entre varios familiares y vecinos con la ayuda de sábanas y sogas desde su casa en Edenvale, en el este de Johannesburgo, a una furgoneta aparcada frente a la puerta. Posteriormente, fue trasladado al Hospital Académico Charlotte Maxeke de Johannesburgo, donde recibirá tratamiento para combatir la ascitis, una enfermedad que provoca la acumulación de líquidos alrededor de sus órganos vitales y que le causa un inmenso aumento de peso.
Anteriormente, varios hospitales de la zona habían declinado ingresar al paciente al no contar con las instalaciones adecuadas para tratar a una persona de sus dimensiones. “Confirmamos que lo hemos hospitalizado y que el paciente será tratado”, aseguró el portavoz del Ministerio de Sanidad, Steve Mabona, a la emisora Eyewitness News.
Los familiares de Le Grange también transportaron en un remolque hasta el hospital la cama de dimensiones especiales en la que dormía en su casa, para asegurarse de que los médicos no se negaran a ingresarle. “Me gustaría que un médico le ayudara a drenar el fluido y le permita sobrevivir. Va a morir si nadie la ayuda”, declaró visiblemente afectada su compañera sentimental, Shammy Le Grange.