“Este hotel representa nuestra visión de un viaje estelar. Nuestra intención es que el dormitorio simule el cuerpo de una nave espacial”, explica a Efe el propietario del establecimiento, Hrvoje Krlic, aficionado desde joven a las películas de ciencia ficción.
Para el hotelero croata, las cápsulas del Subspace le recuerdan a aquellas en las que Bruce Willis y Milla Jovovich duermen en su viaje espacial en la película El Quinto Elemento, uno de los clásicos del cine de ciencia ficción.
“Realmente parece como el dormitorio de una nave espacial, con ese cielo, ese piso que destella, con esas duchas que parecen unas cámaras de regeneración”, cuenta Hans, un turista austríaco que acaba de pasar una noche en una de las cápsulas del hotel.
El Subspace tiene una sala grande, donde se encuentran 20 cápsulas individuales para estar y dormir, varias cápsulas especiales con baños, y además dispone de una recepción, una cafetería y una terraza. El hotel está situado a unos 200 metros de la plaza Jelacic, en el casco antiguo de Zagreb.
La capital croata era hasta hace poco un mero punto de tránsito para los turistas en su camino hacia las playas del Mar Adriático, pero que hoy es un lugar en el que los viajeros se quedan cada más.
“En la época del Adviento estuvimos llenos. Sobre todo gente joven y alegre. Estamos en pleno centro de la ciudad, pero en una zona muy tranquila sin tráfico”, explica Krlic, de 45 años de edad. La prensa croata afirma que el Subspace es el primer hotel-cápsula de la Unión Europea (UE), un concepto hotelero que existe desde hace años en Asia, sobre todo en Japón.
Las cápsulas, todas importadas desde China, tienen un tamaño de 1,2 por 2 metros, con capacidad para alojar a una sola persona. Sin embargo, ante el gran éxito del hostal en sus primeras seis semanas de vida, el propietario del Subspace se propone ampliarlo con cápsulas más grandes, aptas para parejas.
Cada una de las cápsulas dispone de varios niveles de ventilación, un pantalla táctil con teclado y auriculares, conexión de Internet de alta velocidad, enchufes USB y de electricidad, una caja fuerte para dinero y documentos, así como un espejo.
“Cuando entré por primera vez, me sorprendió la sensación de mucho espacio que hay adentro”, comenta Dora, una turistas croata, que destaca el nivel de limpieza. De hecho, la higiene es uno de los puntos fuertes del Subspace, explica el propietario con orgullo.
“Después de ser utilizada, cada cápsula es desinfectada por completo con una sustancia especial que mata el 99,99 por ciento de todos los microbios, lo que las hace casi estériles”, asegura.
El ambiente modernista ha sido enriquecido por el pintor Tomislav Bundek, cuyos dibujos futuristas tiene un toque de la estética de la película Avatar, otro de los clásicos del cine de ciencia ficción. Sus obras cubren gran parte de las paredes y el techo de la cafetería del hotel.
El precio de las cápsulas, fuera de temporada, oscila entre los 15 y 27 euros la noche, con tres diferentes tarifas dependiendo del equipamiento de la cápsula.