Los animales fueron hallados el domingo en la tarde en la comunidad de Chaupi Kh'atalla por los campesinos, quienes les trasladaron hasta Sucre, capital de Bolivia y de la región de Chuquisaca, para que reciban atención en una veterinaria privada, explicó el activista Ricardo Rivera.
“Se les logró estabilizar tras casi cinco horas de arduo trabajo porque estaban convulsionando, estaban con cuadros de infección muy fuerte, estaban desfalleciendo”, indicó Rivera, que asistió al veterinario que atendió a los cóndores.
El activista indicó que el lunes buscaron apoyo en la gobernación de Chuquisaca y en la Alcaldía de Sucre para conseguir un lugar donde los animales puedan recuperarse, pero ninguna de esas instituciones quiso hacerse cargo del caso, alegando que carecen de infraestructura o que no era su competencia.
Las aves permanecen por ahora en la vivienda de Rivera en Sucre, bajo vigilancia médica.
Rivera anunció que informará por escrito sobre lo sucedido a la Dirección de Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente y Aguas.
También presentará una denuncia ante la Fiscalía para que se investigue el suceso y se querellará contra quienes envenenaron a los perros e indirectamente a los cóndores por el delito de “biocidio”.
Esa nueva figura penal, incluida en una ley promulgada el mes pasado por el presidente Evo Morales, castiga el asesinato de un animal con penas de dos a cinco años de cárcel, que se agravarán “en un tercio” si se mata a más de un animal.