En un mensaje publicado en su página de Facebook, la Policía del distrito oeste de la capital holandesa admitió que los agentes llegaron a forzar la puerta de una vivienda y que entraron con desfibriladores al pensar que la mujer podría haber sufrido una parada cardiaca.
“Era una mujer sin vida, hecha de plástico y rellena de aire”, señaló el cuerpo policial en su mensaje.
Tras observar a una mujer en ropa interior y sin moverse en el interior de una casa, los agentes llamaron a la puerta varias veces sin recibir respuesta, lo que motivó que entraran a la vivienda derribando la puerta, según el diario Telegraaf.
Según ese medio, la Policía decidió retirar a la muñeca de la ventana para que ningún otro vecino se alarmara por su inmovilismo.