“Arturo”, que a sus 28 años es viejo para su especie, lleva casi 21 años en el zoológico provincial de Mendoza (centro-oeste de Argentina) y este verano se ha visto muy afectado por el calor. “El objetivo de la junta médica (de mañana) será evaluarlo y ver la viabilidad de someterlo clínicamente a una tranquilización para analizar la posibilidad de trasladarlo a algún destino específico”, indicó Gustavo Pronotto, director del Jardín Zoológico de Mendoza.
“Arturo” es “un geronte, que ha superado ampliamente el promedio de vida en cautiverio, es doble el riesgo”, agregó.
Una de las posibilidades que se barajan es llevarlo a una reserva en Canadá, donde estaría mucho mas cerca del Polo Norte, su hábitat natural y no tendría que padecer las altas temperaturas estivales de Mendoza, que en este verano austral han sido récord.
El oso polar, que llegó a Mendoza desde la ciudad estadounidense de Buffalo, cumplirá el próximo noviembre 29 años de edad, todo un récord para una especie de animales que en cautiverio viven poco más de 20 años.
“Es un oso polar en medio del desierto , dijo Gabriel Flores, miembro de Ecológicos Unidos, organización que lucha para que Arturo tenga “la mejor calidad de vida que se le pueda dar”, ya sea en el zoológico o en Canadá.
Ecológicos Unidos denunció a finales de 2013 las malas condiciones en las que está debido al tórrido verano austral y al escaso cuidado que, a juicio de este grupo, le brinda el zoológico.
“El agua de la pileta le llegaba a las rodillas y tenía que acostarse para que le tapara”, aseguró Flores.