El consistorio de capital francesa quiere “experimentar” con ese nuevo sistema tras intentar, sin demasiado éxito, convencer a los visitantes de que abandonasen la práctica de simbolizar su amor colgando un candado del puente y lanzando la llave al agua.
Los paneles transparentes que ya pueden verse en el Pont des Arts llegan después de que la ciudad lanzase una campaña para que los turistas reemplazaran por “selfies” publicados en una página web los candados, que comenzaron a aparecer en París en 2008.
La moda no solo afecta a ese puente con 155 metros de entablado en madera sobre el río Sena, sino a otras pasarelas de la capital de Francia.
La alcaldía, gobernada por la socialista Anne Hidalgo, recuerda que en los últimos meses “se han colgado de diferentes puentes parisinos más de 700.000 candados” lo que supone “un riesgo para la seguridad de los visitantes”.
Las alarmas saltaron el pasado junio, cuando se desplomó uno de esos paneles repleto de candados, que alcanzaba los 500 kilos de metal.
El accidente no causó víctimas, pero devolvió a la actualidad un problema recurrente que hasta entonces el Ayuntamiento había solucionado cambiando periódicamete las vallas para aligerarlas.
No se sabe exactamente a qué se debe esta moda, aunque parece provenir de Europa del este y haberse popularizado a través de la novela rosa “Ho voglia di te” (Tengo ganas de ti) , del italiano Federico Moccia, cuyos personajes colocaban un cerrojo en el “Ponte Milvio” de Roma.