La primate, llamada Aan, fue hallada este mes malherida, con 37 tiros en la cabeza y otros 67 en el resto del cuerpo, en una plantación de palma de aceite.
Los especialistas que la han atendido desde entonces creen que, aunque ha quedado tuerta, ya se encuentra fuera de peligro y destacan como signo de mejoría que ha empezado a comer.
Esta no es la primera vez que los orangutanes son víctimas de agresiones de distinto tipo cuando penetran en plantaciones de Indonesia.
La población de estos simios y su hábitat natural han mermado en los últimos años debido a la tala ilegal de bosques por parte de las empresas madereras y las plantaciones que se dedican al cultivo de palma de la que se extrae aceite.
Un estudio de la organización Nature Conservacy denuncia 750 orangutanes muertos por cazadores en el último año en la parte indonesia de la isla de Borneo.
Los expertos creen que quedan unos 55.000 orangutanes vivos en las islas de Borneo y Sumatra.