De las más de 1.600 personas que sufrieron picaduras de este insecto, 206 siguen hospitalizadas, según datos publicados por la Comisión Nacional de Salud y Planificación Familiar china, que instó a todas las autoridades a "realizar los mayores esfuerzos para minimizar el número de muertes".
La provincia china mantiene activada la alerta desde finales de setiembre, cuando se evidenció el incremento de las muertes con respecto a años anteriores en una época en la que habitualmente se registran sucesos de este tipo.
Las autoridades locales han difundido información a los ciudadanos sobre cómo protegerse de estas picaduras, debido a la falta de concienciación para evitarlas, y han instado a todos los departamentos a coordinarse entre sí para combatir esta oleada y destruir los nidos de avispas que se encuentren en áreas con mucha población.
Además, se ha trasladado a diversos expertos médicos a las áreas más afectadas -sobre todo rurales- para tratar a los pacientes más críticos, según la comisión. La causa del incremento de estos ataques aún es desconocida, señalaron las autoridades a la agencia oficial Xinhua.
Las altas temperaturas registradas en los dos últimos meses en Shaanxi han vuelto a los insectos más activos, explicó a la agencia Huang Rongyao, un experto del Buró Forestal de la ciudad de Ankang, una de las más afectadas por los ataques.
Sin embargo, para el catedrático Hua Baozhen la principal causa es la bajada del número de "enemigos naturales de las avispas", como arañas y pájaros, resultado de cambios ecológicos.
Expertos médicos también inciden en la dificultad añadida que supone que la mayoría de casos se estén produciendo en zonas rurales, de difícil acceso.