Nunca es tarde para aprender a leer y escribir en Arabia Saudí

RIAD. Miles de hombres y mujeres saudíes mayores de cincuenta años han abandonado en las últimas décadas la oscuridad del analfabetismo con el convencimiento de que nunca es tarde para aprender a leer y escribir.

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“Me convertí en abuela hace unos años, por lo que sentía algo de vergüenza en ir a una escuela de alfabetización, ya que con mis 53 años pienso que estoy a las puertas de la vejez, pero mi marido e hijos me animaron a hacerlo”, dijo en declaraciones a EFE la ama de casa Um Fahd.

Esa indecisión la mantuvo un tiempo dudando si dar el paso hacia la alfabetización o no, pero finalmente, decidió matricularse. “Después de haber cumplido con todas mis clases en un escuela cercana a mi casa, en Riad, ahora puedo usar mi teléfono móvil con mayor privacidad y me entretengo más, ya que escribo mis mensajes a mi marido y amigas sin pedir ayuda a mis hijos”, señala sonriente.

Aunque reconoce que todavía le cuesta escribir con facilidad, Um Fahd se siente feliz al entender los breves mensajes de texto que le envían a su teléfono.

Más trabajo le cuesta leer los subtítulos en árabe de las películas extranjeras. “Los cambian muy rápido y no consigo entenderlos, aunque sé que con más práctica lo lograré pronto”.

Um Fahd pertenece a una generación de mujeres saudíes en la que muchas no pudieron acceder a la escuela debido a “las costumbres y tradiciones”, que consideraban la educación de las mujeres como algo de lo que hay que avergonzarse.

Pero la situación cambió a partir del reinado de Faisal bin Abdelaziz (1964-1975) , que con la ayuda de su esposa Efat al Zanayan pudo desafiar las circunstancias sociales y abrir colegios para las niñas, pese a la fuerte oposición que afrontó de la parte de los sectores conservadores.

Abu Abdelaziz, de 58 años, se mostró entusiasmado el día en que recibió el equivalente a 266 dólares como recompensa que el Gobierno otorga a todo aquel que se alfabetiza.

“Con ese dinero compré libros para saciar mi sed de lectura. Si hubiera aprendido a leer desde niño habría sido un excelente lector, por ello intento compensar el tiempo que he perdido”, subraya.

Y, sin duda, puede hacerlo ya que su trabajo como guardia en una institución gubernamental le da “mucho tiempo para devorar libros”.

Ali al Zahrani, profesor de una escuela especializada en la enseñanza a gente mayor en la región de Al Baha (sureste del país), donde hay un alto porcentaje de analfabetismo, dice que el entusiasmo por aprender difiere entre los alumnos.

“Varía el entusiasmo y también el deseo, ya que algunos de ellos aprenden a leer en tres o cuatro meses, mientras que a otros les lleva dos o tres años en dominar la lectura”, afirma. Asimismo, indicó que a parte de enseñar, despliega un enorme esfuerzo para convencer a los adultos mayores a aprender a leer y escribir.

“Los ancianos se avergüenzan de ir al colegio a su edad, y otros creen que ya se les pasó el tiempo para aprender, pero el hecho de que cada vez más de ellos se inscriban en la escuela, alienta al resto a matricularse”, concluyó Al Zahrani.

Con el paso de las décadas, Arabia Saudí pudo en gran manera combatir el analfabetismo, ya que logró reducir el índice de un 60 % en 1972 a un 5,6 % en lo que va de este año, según cifras oficiales.

Actualmente, en el país, hay 729 colegios para hombres adultos con unos 12.000 alumnos, y 2.385 escuelas femeninas con unas 70.000 estudiantes mujeres.

Cifras difundidas por el Departamento General de Estadísticas revelan que en Arabia Saudí hay más de 700.000 mujeres analfabetas y alrededor de 426.000 que no saben ni leer ni escribir bien, aunque, como ha demostrado Um Fahd, para aprender, nunca es tarde.

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