Tras ser plantado por su novia, el músico argentino Roberto Lázaro creó el primer “club de hombres abandonados por una mujer”, que ha reunido en menos de un año a más de 1.700 varones que vivieron una experiencia similar y con el que busca romper estereotipos machistas.
“Atravesé por el abandono de una mujer después de siete años de noviazgo. Era casi una pareja consumada, era casi mi esposa. Íbamos a tener hijos y todas esas cosas, pero uno nunca piensa que esa persona se va a ir o te va a dejar”, relata a Efe Lázaro.
El cantante de la banda pop Sinusoidal explica que veía que su relación se deterioraba porque había reiterados “enojos sin sentido” o “silencios profundos”, pero el final ocurrió de forma repentina, cuando al regresar a casa después de una discusión vio sus cosas embaladas en cajas.
“Pedí alguna explicación, pero por mi orgullo traté de irme rápido del lugar. Fui a la casa de mis padres y al otro día fue muy duro porque estaba acostumbrado a compartir con mi mujer las actividades cotidianas, ese pequeño mundo tan gigante para la pareja”, añade.
En medio de esa angustia, el productor artístico compuso una canción, de la que después tomó el nombre el grupo, y la subió a YouTube para que la escuchasen otros hombres que, como él, estaban pasando por el mismo desengaño amoroso.
Afirma que el tema musical tuvo gran repercusión en las redes sociales y que comenzó a recibir numerosas consultas de gente que quería saber “si en verdad se trataba de un club de abandonados”, lo que le animó a convertirlo en una realidad.
“Al principio tuve que soportar las burlas, pero estaba seguro de lo que hacía. Quería extender un lazo entre los hombres que estaban pasando por esto para evitar situaciones de violencia contra esa mujer que no te quiere más. Para que el hombre pueda aceptar el abandono y alentarlo para reconstruir su vida”, refirió.
El fundador sostiene que la página del club en Facebook no es un lugar para expresar posturas machistas y que si algún integrante se manifiesta de forma “violenta” trata de convencerlo para que no insulte a la mujer, pero si continúa con esa actitud, es bloqueado.
“Lo que pregono es que la mujer sigue siendo una inspiración a la vida y no un objeto”, destaca.
Cada dos semanas esta comunidad celebra reuniones itinerantes en diversos lugares de Argentina, pero Lázaro niega que usen técnicas de los grupos de autoayuda y destaca que él tampoco es “un terapeuta que les dice a los hombres lo que tienen que hacer”.
“No es como Alcohólicos Anónimos que se ponen en ronda, cuentan sus experiencias y se ponen a llorar mientras los otros integrantes lo contienen. Evito eso porque es muy cruel. Nos juntamos a hacer cosas como mirar un partido de fútbol. Pueden parecer insignificantes, pero son muy importantes para el momento que esa persona está atravesando”, indica.
Lázaro se muestra orgulloso de que gracias al club muchos hombres se animan a compartir con otros un abandono, lo que a su juicio significa romper un “estereotipo machista”, ya que afirma que habitualmente los varones ocultan un plante por temor o por vergüenza.
“Admiro esas parejas que pueden estar juntas por 40 años como mis abuelos o mis padres, pero estamos en una época mucho más individualista y eso hace que las parejas duren poco y que no trabajen para superar las crisis y para estar juntos toda la vida. Igual creo que se puede encontrar una pareja que dure toda la vida y aspiro a eso”, concluye.