“Tengo la idea de agarrar 30 o 40 gurises (niños y jóvenes) pobres y llevarlos a vivir conmigo”, reveló el mandatario durante la cena para recaudar fondos que organizó el viernes la gobernante coalición de izquierda Frente Amplio.
El jefe de Estado dijo a un periodista del diario El Observador que piensa concretar su deseo después de que se saque “el sayo” que le pesa, en alusión al mandato presidencial, destaca el matutino en su página digital.
Uruguay tendrá elecciones entre octubre y noviembre de 2014 y el presidente debe entregar el mandato al ganador el 1 de marzo de 2015. En el país la reelección está prohibida por la Constitución.
Mujica, de 78 años, y su esposa la senadora, Lucía Topolansky, de 69, viven en una chacra (establecimiento rural) de 26 hectáreas en la periferia de Montevideo, donde comparten desde hace años residencia y trabajo de campo con varias familias de bajos recursos económicos.
Antes de llegar a la presidencia, Mujica plantaba y vendía flores en ferias vecinales como forma de vida y aún hoy trabaja la tierra y cuando tiene tiempo conduce un tractor por sus campos, según dijo, “para pensar mejor”.
Mujica y Topolansky, que se conocieron en su juventud y estuvieron presos en duras condiciones antes y durante la dictadura (1973-1985) por integrar el movimiento guerrillero Tupamaros, no tienen hijos y se casaron en octubre de 2005 en una ceremonia íntima.
En 2006, cuando el ahora presidente era ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca del primer gobierno de izquierda en la historia de Uruguay (2005-2010) inició los trámites para instalar una Escuela Agraria en su chacra, pero el proyecto no se concretó.
Mujica, que desde la presidencia impulsa la educación de oficios en varias zonas de Uruguay, mantiene la idea de crear esa escuela para enseñarles a niños y jóvenes pobres a trabajar la tierra.
El mandatario, que vive en condiciones humildes y alejado de lujos y tecnología, dona casi todo su salario al Plan Juntos que creó para la construcción de viviendas destinadas a familias pobres.