“Tiki Brand no está asociada de ningún modo con los sucesos que tuvieron lugar en Charlottesville y estamos profundamente entristecidos y decepcionados”, escribió la marca estadounidense en su perfil de Facebook.
“No apoyamos su mensaje ni el uso de nuestros productos de esta manera. Nuestros productos están diseñados para mejorar las reuniones de jardín y ayudar a familia y amigos a conectar unos con otros en casa en su jardín”, agregó.
La imagen de los supremacistas portando estas festivas y populares antorchas en medio de la noche fue motivo de burlas y críticas durante todo el fin de semana en las redes sociales. Muchos usuarios subrayaron la “ironía” de defender el supremacismo blanco “apropiándose de la cultura polinesia” en la que se inspiran estas antorchas, habituales desde hace décadas en jardines, terrazas y celebraciones en Estados Unidos.
La concentración del viernes evocó episodios muy oscuros del odio racial en Estados Unidos y fue solo la antesala de los violentos sucesos del sábado, cuando un joven con conocidas ideas nazis arrolló a un grupo que protestaba contra los supremacistas.
En el ataque murió la joven Heather Heyer, de 32 años, y más de 20 personas resultaron heridas. Al autor de los hechos, James Alex Fields, un chico blanco de 20 años, se le denegó hoy la fianza en su primera comparecencia en los tribunales tras ser arrestado y acusado de asesinato en segundo grado.
El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, dijo hoy que este “malvado ataque” cumple los preceptos legales para ser considerado “terrorismo doméstico”. La importancia de que el ataque se declare “terrorismo doméstico” es más simbólica que práctica, ya que esta denominación no acarrea penas adicionales pero sí es clave para quienes denuncian que solo se usa la palabra terrorismo cuando el atacante es una persona musulmana.