La SNCF decidió instalar en parte de los andenes de la estación Sainte-Marthe luces azules, debido a que se considera que éstas hacen que las venas sean menos visibles y tornan por ello más difícil la inyección de substancias intravenosas.
Se trata de una primicia para las estaciones ferroviarias en Francia, donde tales luces equipan ya los baños de ciertas salas de fiesta.
“Estudiamos lo que se hacía en otros sitios confrontados a este tipo de problemas, y nos dimos cuenta que el dispositivo de luces azules es utilizado para limitar” el consumo de drogas, declaró un directivo regional de la empresa ferroviaria.
Esta medida “interna” de la SNCF no pretende “erradicar los problemas de toxicomanía”, tarea que corresponde a personal especializado, dijo.