La misión en esta fortaleza militar del Pacífico tendrá lugar entre abril y mayo, y consiste según el plan inicial, en echar desde helicópteros los roedores muertos a los que previamente habrán alojado en su interior 80 miligramos del producto químico conocido por paracetamol, mortal este para la serpiente arbórea marrón (Boiga irregularis) cuya población intentan controlar.
Este reptil, especie invasora original de la costa nororiental de Australia y de la isla de Papúa, es responsable de la extinción de nueve de las doce especies de aves autóctonas de Guam tras arribar al país en los barcos de la marina americana durante la Segunda Guerra Mundial, de acuerdo a la conclusión de los expertos.
La ausencia de depredadores naturales para esta especie y la abundancia de comida han propiciado que la expansión de esta serpientes por casi toda la isla, hasta alcanzar una densidad de entre 50 y 100 especímenes por hectárea.
Además del desastre para la fauna guameña, el reptil también supone un quebradero de cabeza para el gobierno local ya que resulta difícil impedir que penetre en las instalaciones eléctricas y cause continuas y costosas averías en el sistema de suministro de energía.
Este experimento piloto se realizará en unos “200 acres de tierra (810.000 metros cuadrados) al noroeste de la base aérea de Andersen” comentó a Efe Jesse Guerrero, miembro del equipo de biólogos en la base militar norteamericana.
Para evitar que otros animales puedan envenenarse con la ingesta de los roedores, estos serán lanzados “uno a uno” con una especie de mini-paracaídas “para que se enganchen en los árboles” donde las serpientes habitan.
Algunos roedores, además del tóxico cuyo efecto mortal tiene una duración de 72 horas, también portarán un sistema de radio transmisión para rastrear los movimientos de las serpientes antes de su muerte.
Los investigadores estadounidenses que desarrollan en Guam esta prueba, planean recoger información durante los próximos 14 meses para medir el éxito de la misión y preparar nuevos proyectos con el fin de combatir la plaga de esta especie de reptil, cuyo veneno no resulta mortal en el hombre.
“Queremos asegurarnos de que estamos haciendo lo correcto. Si la información recabada muestra que el plan es eficaz para el control de la población planificaremos nuevas misiones en otras áreas de Guam”, declaró Daniel Vice, miembro del Departamento estadounidense de Agricultura y Vida Salvaje para Hawai, Guam y las islas del Pacífico, al diario “Pacific Daily News”.
Según los expertos, unos 2 millones de serpientes de la especie arbórea marrón, que llegan a alcanzar hasta 3 metros de longitud, habitan en las boscosas de los 541 kilómetros cuadrados de extensión que tiene la isla de Guam.
La operación militar dispone de un presupuesto de 1 millón de dólares (unos 770.000 euros) aportados por el Departamento de Defensa de Estados Unidos y obtuvo la aprobación por Agencia de Protección Medioambiental del mismo país.
Guam, que fue colonia española hasta 1898, cuenta con una población de 160.000 personas con pasaporte estadounidense a pesar de estar inscrito desde 1950 como un territorio asociado no incorporado a Estados Unidos.
El turismo es la principal fuente de ingresos para Guam, mientras que en segundo lugar se encuentra el gasto que hace el Ejército de Estados Unidos, que considera la isla como un enclave de gran importancia estratégica para proteger sus intereses en esta región del Pacífico.