Estas tres aves fueron puestas en libertad en el Monumento Nacional de Vermilion Cliffs y portan cada una un transmisor en sus alas, que permitirá a los investigadores seguirlas y vigilar su desarrollo, informó el Departamento de Pesca y Vida Salvaje de Arizona en un comunicado. Los ejemplares se unirán a una población de 71 cóndores californianos que se calcula habitan entre el norte de Arizona y el suroeste de Utah.
Esta especie de ave, la más grande de Norteamérica y una de las más grandes del mundo, casi se extinguió en 1987 en estado salvaje. Para evitar que desapareciera por completo en su estado silvestre, los ocho cóndores que aún quedaban fueron capturados y puestos bajo cuidado con el fin de reproducirlos en cautiverio.
Sin embargo, la destrucción del hábitat natural hace que cada vez tenga menos espacio para subsistir. El cóndor californiano pesa aproximadamente 10 kilos, se alimenta principalmente de restos de animales muertos, tiene largas alas, una cola mediana con forma de abanico, y una cabeza y cuello caracterizados por la ausencia de plumas y un tono rojizo.
Anualmente entre 6 y 12 cóndores californianos son dejados en libertad en varias regiones de Estados Unidos.