El hombre sostuvo que se trató de un accidente, según informó ese cuerpo de seguridad encargado de proteger al presidente estadounidense.
El pequeño avión no tripulado, de tipo cuadrirrotor (cuatro hélices) y unos 60 centímetros de largo, se estrelló poco después de las 03:00 hora local del lunes (05:00 hora paraguaya), de acuerdo con el Servicio Secreto.
Los drones de ese tipo se pueden adquirir por internet a precios muy accesibles, por piezas o ya montados.
“Una investigación está en curso para determinar el origen de este dispositivo disponible en el mercado, así como para identificar a los sospechosos”, había indicado el portavoz del Servicio Secreto, Brian Leary, al informar del incidente.
Poco después, Leary precisó que el hombre que estaba operando el dron que se estrelló se identificó en la mañana de este lunes ante agentes del Servicio Secreto para asumir la responsabilidad por lo ocurrido y cooperar con las autoridades.
De acuerdo con el diario The New York Times, el hombre es un empleado del Gobierno, pero no trabaja en la Casa Blanca. Según su relato, estaba operando el dron con fines recreativos cerca de la Casa Blanca cuando, por accidente, perdió el control del aparato.
“Los primeros indicios apuntan a que el incidente ocurrió como consecuencia del uso recreativo del dispositivo”, afirmó Leary, quien añadió que, no obstante, el Servicio Secreto continuará con su investigación con “entrevistas de corroboración y exámenes forenses”.
Previamente, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, también había confirmado el hallazgo de un “aparato” en los jardines de la residencia presidencial, pero explicó que no supuso ninguna amenaza para nadie en el edificio.
Earnest hizo esas declaraciones a los periodistas en la India, donde el presidente estadounidense, Barack Obama, y su esposa, Michelle, se encuentran en viaje oficial.
Las dos hijas de los Obama y la suegra del presidente, Marian Robinson, que vive con ellos en la Casa Blanca, estaban en Washington, pero no se ha precisado si se encontraban en la residencia presidencial cuando el dron se estrelló.
El año pasado el Servicio Secreto recibió duras críticas por varios fallos de seguridad que derivaron en la dimisión en octubre de su directora, Julia Pierson. Uno de los incidentes más graves ocurrió el 19 de septiembre, cuando Omar J. González, un veterano de la guerra de Irak con supuestos problemas mentales, logró entrar armado con un cuchillo en la Casa Blanca y acceder al primer piso de la residencia presidencial.
En diciembre, un panel de expertos en seguridad recomendó que la valla que rodea la Casa Blanca se elevara en más de un metro, que aumentara el número de agentes que conforman el Servicio Secreto y mejorara su entrenamiento.