Uno de los bañistas alertó a los administradores de la piscina el domingo de la presencia de los saurios tras ver a una de las crías nadando muy cerca de él.
El director de las instalaciones, Brian Rodríguez, explicó que tras la alerta se hallaron cinco cocodrilos dentro de la piscina y otros cuatro alrededor del establecimiento, aunque no hay rastros de sus padres.
Las autoridades creen que los cocodrilos fueron robados de su nido y arrojados por encima de la verja de protección de la piscina como parte de una aparente broma, según la agencia local AAP.
Las crías, que tienen entre tres y cuatro semanas y un tamaño de entre 25 y 35 centímetros, serán liberadas hoy en su hábitat.