La controversia comenzó en Francia con la denuncia presentada por una mujer víctima de un accidente vascular cerebral, que lo imputa a estas píldoras. Poco después, el abogado de otras treinta mujeres anunció que presentaría más demandas.
La ministra Touraine se pronunció poco después de que la Agencia Europa de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) anunciara que no hay motivos para dejar de tomar las píldoras anticonceptivas combinadas, incluidas las de 3ª generación.
“Actualmente no hay ninguna prueba nueva que sugiera un cambio en el perfil de seguridad conocido de las píldoras combinadas comercializadas en este momento”, por lo que no hay ningún motivo para que las mujeres abandonen ese método anticonceptivo, explicó la EMA, con sede en Londres.
La agencia añadió que estos anticonceptivos están vigilados “de forma constante y regular”, y que actualmente, no ha recibido ninguna nueva prueba de ningún Estado miembro (de la UE) sobre tromboembolias venosas vinculadas a la toma de estos productos.
Ante la polémica desatada en Francia, las autoridades sanitarias pidieron a los médicos que receten menos estas píldoras.
A partir del 31 del marzo, la seguridad social francesa dejará de reembolsar el consumo de las píldoras de 3ª y 4ª generación, usadas por entre 1,5 y 2 millones de mujeres. Inicialmente, la medida debía entrar en vigor el 30 de septiembre.
Francia no puede retirar del mercado el medicamento, al estar autorizado a nivel europeo. Eso sí, puede suspender temporalmente su comercialización, aunque se expone a la censura de la Comisión Europea.