“Ganadería en duelo”, “retirada inmediata de los osos”, rezaban las pancartas de los manifestantes, entre los que había ganaderos trashumantes, responsables políticos locales y cazadores.
Según Thierry Lassalle-Carrère, dueño del rebaño afectado, un oso acorraló a las ovejas y luego cayeron por un barranco. “Había 309 ovejas en la montaña y murieron 125. Llevo seis o siete años sufriendo por culpa del oso, todos los años hay ataques, pero nunca como este año”, explicó. “Tardaré años en recuperar esto”, lamentó.
Veinte años después, la reintroducción del oso, este animal sigue siendo objeto de polémica en los Pirineos, donde hay unos treinta ejemplares.