“Yo soy prueba y testigo de que mientras más años cronológicos tienes, biológicamente debes de ser mejor”, aseguró en entrevista con Efe esta mujer que reside en Florida.
Con un gran entusiasmo y convencimiento, Monasterio rechaza la idea de ser caracterizada en base a la edad. “Si quieren ponerme etiqueta digan mejor que soy una mujer grandiosa, no una fisiculturista de 71 años, porque no ponen fisiculturista de 30 años en otros casos”, señaló.
Sin tener idea sobre esta práctica, Monasterio comenzó a los 59 años a desarrollar sus músculos por iniciativa de un entrenador, y a los siete meses empezó a ganar los primeros concursos estatales y nacionales, así como los elogios de los jueces que alababan su “simetría y confianza”.
Monasterio, quien asegura sentirse “biológicamente” mejor que muchas jóvenes de 20 años, manifestó que descubrió “a esa edad talentos que no sabía que tenía”.
“La disciplina, la determinación, el enfoque que empiezas a desarrollar no solo para el cuidado físico de tu cuerpo sino para la parte mental, se juntan y ahí aprendo que si te limitas nunca descubres el potencial que tienes”, manifestó.
Esta deportista, que rechaza los cupones de descuentos para adultos mayores, criticó que la gente crea que “a los 40 o a los 50 años” se acaba la vida y, por el contrario, ella ha elegido “reinventarse” cada década.
“Estos últimos años han sido de excelencia en el deporte, de fisiculturismo, y he descubierto que puedo escribir bien en inglés, y ahora en español”, indicó la también autora del libro inspiracional “Grandiosa a cualquier edad”.
Se propone una “revolución” contra los estereotipos, para contrarrestar los patrones “de lo que significa envejecer que la sociedad y los medios de comunicación quieren ponerte en la mente”.
“Que si tienes hijos vas a ser abuela, y si eres abuela ahora eres niñera y si eres niñera ya te moriste”, explicó la atleta, cuya rutina deportiva implica levantar pesas cinco días a la semana, hasta dos horas diarias.
Además de dedicarse 17 años a la enseñanza en escuelas de secundaria en Massachusetts, donde crió a sus dos hijas, desde muy temprana edad Monasterio se interesó por los deportes en Venezuela, donde hizo gimnasia y carreras de velocidad además de estudiar para ser maestra de primaria y educación física.
Esta venezolana, de Punta de Mata, que tiene un doctorado en Desarrollo Personal para Adultos y también una maestría en Educación y Consejería de Boston University, ha ingresado cuatro años al Salón de la Fama del campeonato regional NPC Southern States.
La atleta, que ahora vive en Vero Beach, al norte de Miami, quiere inspirar con su dedicación a aquellos que dejan de lado el ejercicio porque creen que están viejos. Eso, dijo, es abrir la puerta para perder “el balance, el sentido de la orientación y la masa muscular, y con esta, la energía”.
“Los músculos son energía. Si tu no usas los músculos, los músculos se deterioran, y también pierden densidad los huesos”, dijo con preocupación.
Explicó además que una de las razones por la cuales no se lesiona es porque practica yoga a diario. “El yoga mantiene el cuerpo flexible, las articulaciones flexibles, el músculo estirado, el balance”, dijo.
“Me siento mejor que nunca, me siento más poderosa que nunca, me siento más fuerte que nunca”, reiteró, casi como un mantra, esta venezolana con una vitalidad propulsada por un exigente “ritual mañanero”.
Monasterio se levanta a las 3 de la mañana a leer la Biblia, luego a trotar para adelante y para atrás, hacer yoga, sumergirse en el mar antes del amanecer y entrenarse en el gimnasio para el próximo campeonato.
Al contrario de una “rutina”, que dice es como una obligación de hacer algo, su ritual tiene un sentido de “reverencia, respeto, contemplación, reflexión para un día de éxito”.
Acostumbrada al primer lugar en las competencias, Monasterio viene de ocupar el segundo puesto en el NPC Southern States, en Fort Lauderdale (Florida), lo que la anima aún más en su pelea contra los estereotipos que traen la edad, entre ellos, “creer que con la vejez se pierden las ganas de vivir”.
“Siento que tengo mucho más que dar, un número no me va a determinar a mí, no me va a definir”, reiteró la culturista.