Los seis expedicionarios comenzaron el viaje en una pequeña barca que zarpó el 23 de enero de la isla Elefante, en el archipiélago antártico de las Shetland del Sur y navegaron unas 800 millas náuticas (1.481 kilómetros) hasta alcanzar la isla Georgia del Sur o San Pedro, en el Atlántico Sur, donde recorrieron un último tramo a pie.
A las 09:45 en Sídney (22:45 GMT del domingo, 19:45 hora paraguaya), el australiano Tim Jarvis, líder del grupo, y el montañero de la marina británica Barry Gray, llegaron a la estación ballenera de Stromness, tras tres días de dura escalada por las montañas de Georgia del Sur, según el comunicado de prensa emitido por la expedición.
Los dos aventureros, que recibieron la ayuda de Paul Larsen para cruzar las montañas, afrontaron fuertes tormentas de nieve durante ese difícil trayecto a pie que los llevó al mismo lugar donde Shackleton y su marinero dieron la alerta para rescatar a la tripulación del Endurance.
“La travesía de Shackleton persiguió dar la alarma en la estación ballenera de Stromness y llegamos allí pensando que a lo mejor no podíamos concluirlo por las condiciones extremas y las desgracias que aquejaron a la tripulación en el trayecto por mar”, afirmó Jarvis.
“Ha sido realmente un viaje épico y hemos podido llegar hasta aquí a pesar de los obstáculos”, precisó Jarvis, al recordar que los momentos más difíciles fueron cuando escalaron Los Tridentes o cruzaron los glaciares Crean y Fortuna.
“Tuvimos más de veinte caídas en agujeros en los que estuvimos enterrados hasta las rodillas y Baz cayó en uno y se hundió hasta las axilas. Paul y yo tuvimos que arrastrarlo”, explicó el australiano, tras agradecer la participación de su equipo formado por Barry Gray, Paul Larsen, Nick Bubb, Seb Coulthard y Ed Wardle.
Durante la expedición por mar los seis expedicionarios hicieron frente a olas de ocho metros y vientos de hasta 50 kilómetros por hora. Además pudieron dormir poco, padecieron la deshidratación, la humedad y las gélidas temperaturas antárticas a bordo del pequeño barco Alexandra Shackleton.
Al alcanzar tierra firme, tres de los expedicionarios sufrieron el llamado “pié de trinchera”, una dolencia causada por el frío, mientras que el resto de los integrantes del equipo se vio obligado a acampar durante cinco días en una cueva pera aguardar una mejora del clima.
El viernes pasado, las condiciones climatológicas mejoraron, aunque Jarvis y Gray estuvieron varados después durante 24 horas mientras escalaban una meseta en la zona denominada Shackleton Gap.
Shackleton realizó esta travesía en 1916 después de que su barco, “Endurance”, quedase atrapado en el hielo en el Mar de Wedell, lo que obligó a que él y sus 27 hombres a acampar allí y transcurridos cinco meses llegaron a bordo de botes de salvamento a la inhóspita isla Elefante.
Desde ese remoto lugar, Shackleton, quien realizaba un viaje transantártico, decidió partir el 24 de abril de 1916 con pocas provisiones y cinco hombres hacia las estaciones balleneras de Georgia del Sur a bordo del bote de 6,9 metros “James Caird”.
Esta travesía, de 17 días por mar y otros tres por tierra con una climatología extrema, está considerada por los historiadores de la navegación como una de las de mayor riesgo.
Así el explorador anglo-irlandés pudo pedir ayuda en una estación ballenera, tras recorrer a pie una ruta nunca antes explorada, y logró enviar un mensaje a Chile, desde donde salió el navío “Yelcho”, al mando de Luis Pardo Villalón. El 30 de agosto de 1916, el buque chileno rescató a los 22 miembros de la tripulación del “Endurance” que sobrevivieron en la isla Elefante a las privaciones y las inclemencias del tiempo.
Esa hazaña le permitió salvar la vida de los 27 hombres que acompañaron a Shackleton en la fallida expedición a la Antártida que inició en 1914 y que perseguía navegar a lo largo de más de 3.200 kilómetros desde el Mar de Weddell hasta McMurdo.