A los pocos días de salir de la cárcel a fines del año pasado, el exconvicto había robado un arma reglamentaria y un uniforme, y se presentaba en operativos y requisas policiales como comisario de la Policía Bonaerense, en un engaño que perduró al menos por dos meses.
Además, logró enamorar a una oficial, la jefa de la Comisaría de la Mujer de Florencio Varela (periferia sur de Buenos Aires) , con 28 años de trayectoria en la fuerza, con quien inició una convivencia semanas después de haber sido liberado y que fue suspendida de sus funciones hasta tanto se investigue la situación.
El caso fue denunciado por un empresario que sospechó sobre la verdadera identidad del supuesto comisario luego de que este le ofreciera sus servicios de “especialista en criminalística”, tras haber sido víctima de un robo.
“El empresario llamó a un amigo policía y este a su vez pidió orientación a Delitos Complejos. Fue así como se descubrió que no había ningún comisario ni ningún policía con ese nombre”, dijo una fuente del caso.
El falso comisario, que había sido condenado por seis robos, en cuatro de los cuales había abusado sexualmente de sus víctimas, afronta ahora cargos por “usurpación de autoridad, títulos y honores”.