Encendidas reacciones a favor y en contra de Chamoun se han prodigado en las redes sociales y en los medios de comunicación, que no han dudado en publicar las fotografías y un vídeo de la esquiadora en topless, en ropa interior y posando de modo sugerente.
Las instantáneas, ahora polémicas y calificadas de “escandalosas” por algunas televisiones, se remontan a 2011 y fueron tomadas en las célebres pistas de esquí libanesas de Faraya para un calendario austríaco consagrado a los deportistas de alto nivel.
El ministro libanés de Juventud y Deporte, Faysal Karame, llegó a reclamar al Comité Olímpico libanés que adoptara medidas urgentes para “proteger la reputación del Líbano”.
Sin embargo, tras las críticas de las que fue blanco por su comentario, el ministro dio marcha atrás y señaló que el objetivo es “preservar la reputación de Jackie Chamoun para que pueda proseguir su participación en los juegos olímpicos sin presión psicológica”.
La joven, cristiana de 22 años, pidió disculpas en su página de Facebook ante la polémica levantada y reconoció que ese vídeo, que corresponde al “making of” de la sesión fotográfica y contiene imágenes más explícitas, no debería haberse filtrado.
“Sé que el Líbano es un país conservador y que las imágenes no reflejan nuestra cultura. Todo lo que les pido es cesar de difundirlas para poder concentrarme en lo importante en este momento: mi entrenamiento y la competición”, escribió Chamoun.
Está previsto que Chamoun, que vive en Suiza, compita los próximos días 18 y 21 de febrero en Sochi en las modalidades de eslalom y eslalom gigante. Frente a los que critican “el libertinaje” y la “mala imagen del Líbano” que supuestamente acarrean estas fotos, y que piden que la esquiadora no represente más al país, muchas personas han mostrado su apoyo a Chamoun.
Incluso en Facebook se abrió la página “I'm not naked” (No estoy desnudo), en la que decenas de personas se han fotografiado desnudas sujetando un cartel sobre sus órganos genitales con el lema “strip for Jackie” (desnudarse por Jackie).
Este tipo de acciones han dado confianza a la esquiadora: “Agradezco a todos su respaldo y aliento. Es bueno ver a tantas personas apoyándome, lo que contribuye a que mantenga el espíritu positivo para los juegos”, dijo hoy Chamoun en las redes sociales.
Por su parte, la asociación “Periodistas contra la violencia” criticó “la campaña insidiosa, vil y sensacionalista” contra la atleta, e instó a las autoridades a centrarse en “los crímenes, atentados y violencia de género en vez de atacar a la campeona del Líbano”. Y es que la posición de los políticos ha irritado a muchos. Según el psicólogo Amin Mallat, la actual situación es “una estrategia de las autoridades para desviar la atención de los libaneses de las causas mayores”.
“El puritanismo que emplean los políticos es una propaganda para demostrar que están haciendo algo y que se ciñen a las leyes sociales y religiosas vigentes en el país”, dijo Mallat, en alusión al difícil equilibrio entre las 18 comunidades religiosas presentes en el Líbano.
Para la socióloga Mona Fayad, la polémica “muestra que el Líbano está dividido, no sólo políticamente, sino también entre aquellos más y menos favorables a las libertades individuales”. En medio de este revuelo, el departamento de deporte de la Fundación Camile Chamoun instó a los libaneses a recibir a la esquiadora en el aeropuerto a su regreso al Líbano para “defender a Jackie y a la libertad”.
El mandato del expresidente Camile Chamoun (1952-58), bisabuelo de Jackie, se caracterizó por el auge de un Líbano cosmopolita, en la actualidad en decadencia, y fomentó la conocida alusión al país como “la Suiza de Oriente Medio”.